Teléfonica contrata un segundo bufete para disolver Brasilcel

Quien los unió tiene ahora la misión de separarlos. Telefónica ha contratado un segundo despacho de abogados, esta vez estadounidense, en el camino que ha iniciado para disolver Brasilcel, la sociedad que controla al 50% con Portugal Telecom (PT) y romper así su alianza con la operadora lusa. El bufete De Brauw Balckstone Westbroek, fundado en 1871, es el mismo que Telefónica y PT contrataron en su día para constituir la Brasilcel. Cuenta con 68 socios y 262 sociados.

Anteriormente había encargado los servicios de otro bufete holandés, De Brauw Blackstone Westbroek. La operadora española ha contratado a la segunda firma para que le asesore en los trámites de arbitraje que ha iniciado contra PT ante una Corte Arbitral en Amsterdam. El despacho americano Dewey & Leboeuf confirma que, conforme a la legislación holandesa y de acuerdo con los contratos relativos a Brasilcel, "bajo las actuales circunstancias, existen razones fundadas de alcanzar la disolución/liquidación de dicha sociedad".

Fundamentos de hecho

Fuentes de la operadora han declarado que "uno de los aspectos que dicho despacho resaltará en el arbitraje es el posible incumplimiento por parte de los administradores de PT de sus obligaciones de información al mercado, al haber ocultado a Telefónica y a los accionistas de PT el efectivo ejercicio por parte de la golden share en casos distintos a los que figuran en los estatutos de PT".

La acción judicial del bufete estadounidense se sumará a la del despacho holandés, cuya primera medida será interponer en breve plazo una denuncia ante el Tribunal de Arbitraje de La Haya para disolver Brasilcel, propietario del 60% de Vivo, cuota con la que quería hacerse Telefónica y por la que llegó a ofrecer hasta 7.150 millones de euros. Expirado el plazo de repuesta por parte de PT, Telefónica ha retirado su oferta y ha emprendido acciones legales.