Las oficinas de Cajasur abren con normalidad y pocas colas

Al final, la mañana de hoy, la primera laborable tras la intervención del Banco de España en Cajasur, ha sido tranquila en Córdoba. Se temían colas de ahorradores e impositores de la entidad, pidiendo explicaciones o incluso retirando sus fondos tras el rechazo del cabildo de Córdoba a fusionarse con Unicaja. Pero en las oficinas del centro de la ciudad, aquellas junto a los servicios centrales de la caja intervenida, parece un día normal.

Aunque solo lo parece. A las 8.30, cuando abrieron las puertas, los empleados entraron con caras largas y cabizbajos, en su mayoría. El futuro de los más de 3.000 trabajadores repartidos entre las oficinas centrales y las 474 sucursales de Cajasur está en el aire, después de que cinco meses de negociaciones en la mesa laboral para gestionar la unión con Unicaja quedasen en nada la noche del viernes pasado.

En cuanto a los clientes, en algunos parece cundir el tópico del senequismo cordobés: las cosas son como son y qué se le va a hacer. "Tenía más incertidumbre antes pero, ahora que está aquí el Banco de España, estoy más tranquilo", ha afirmado esta mañana un cliente que prefería no decir su nombre. "Yo creo que esto ha terminado así porque ha estado mal dirigido por todos", ha continuado, apuntando al cabildo, a la Junta de Andalucía y a los políticos.

Más beligerante se mostraba José, de 55 años y profesor de instituto. "Estoy indignado por la actitud de los canónigos. Tenía que haber habido fusión con Unicaja. Por el momento no voy a retirar mis ahorros de la caja, pero desde luego sí que retiro mi plan de pensiones de aquí. Porque no sé qué es lo que va a pasar", ha explicado.

Y en una línea completamente opuesta, otro cliente, Juan, ha acusado directamente a la "intromisión" de la Junta de Andalucía y la "intransigencia" de Unicaja, como causantes de la intervención del Banco de España.

Según un comunicado remitido por los nuevos administradores de Cajasur a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la entidad "sigue operando con absoluta normalidad, desenvolviéndose las relaciones comerciales con sus clientes en parámetros asimismo normales".

Según el texto, firmado por los administradores designados por la Comisión Rectora del Frob (José Antonio Iturriaga, Tomás González y Francisco Orenes) explican que se llevará a cabo el proceso de reestructuración previsto en la ley y que con el objeto de garantizar la "operativa normal" de la entidad ha acordado suscribir los acuerdos de capital necesarios para que "alcance un coeficiente de solvencia superior al mínimo legal y facilitar una línea de liquidez que le permita cubrir sus necesidades operativas". Para ello, el FROB ha inyectado ya 523 millones de euros.

Según fuentes del sector, en lo que va de año, se han retirado depósitos de la entidad por valor de 300 millones de euros. Las fuentes consultadas lo achacan a las campañas de captación de los competidores y a la imagen de inestabilidad que se lleva proyectando desde hace meses con el intento fallido de fusión con Unicaja. Cajasur, que acumula el 0,6% de los activos del conjunto del sistema, cerró el año pasado con 596 millones de pérdidas. En el primer trimestre de este ejercicio, la entidad cordobesa ya lleva acumulados 114 millones de pérdidas.