El grupo Comsa Emte se propone triplicar en cinco años su facturación en los mercados internacionales
El objetivo es que el peso de la facturación de la empresa en el exterior alcance el 25% del total
Las perspectivas "poco halagüeñas" del mercado español en el sector de las infraestructuras y de la construcción ha motivado que la empresa surgida de la fusión de las empresas catalanas de capital familiar Comsa y Emte esté cimentando sus planes estratégicos sobre las oportunidades que se abren el extranjero, entre ellas el plan que ha anunciado Barak Obama para desarrollar el AVE en Estados Unidos.
En los próximos cinco años la nueva empresa Comsa Ente tiene previsto triplicar su facturación internacional, pasando de los actuales 252 millones actuales (previsiones correspondientes al cierre de 2009) a una cifra de entre 700 y 750 millones en 2015. El peso de la facturación de la empresa en el exterior se elevará así hasta representar el 25% del total, que sumará este año 2.207 y 3.000 millones dentro de cinco años.
Fusión entre familias
La constructora Comsa, controlada por la familia Miarnau, y el grupo de ingeniería e infraestructuras Emte, de los Sumarroca, firmaron el acuerdo de fusión el pasado mes de julio con el objetivo de lograr un mayor tamaño para ganar competitividad en España y en el extranjero y poder optar a proyectos de gran envergadura que las dos compañías por si solas tendrían más dificultades para conseguir. La operación, inusual entre las empresas catalanas familiares, patrimonialistas y poco dadas a fusionarse entre ellas, ha dado lugar al segundo grupo español no cotizado en el sector de las infraestructuras y la tecnología y la octava incluyendo a los cotizados.
Sobre la apuesta del nuevo grupo Comsa Emte por la internacionalización, su presidente, Jorge Miarnau, explicó ayer que el objetivo es "afianzar la posición de la compañía en los países donde ya tiene presencia (como Brasil, México, Polonia, Portugal o Suiza) y entrar en algunos nuevos para optar a proyectos concretos". Éste sería el caso de Estados Unidos con el proyecto del AVE, en el que la compañía catalana ya se ha interesado, según aseguró Miarnau. La empresa descarta de momento adentrarse en mercados como el ruso o el chino, destacó el vicepresidente, Carles Sumarroca.
Expectativa de mantenerse
Con una cartera actual de proyectos por valor de 3.000 millones de euros, la empresa centra su negocio en España en el área de las infraestructuras. Miarnau admitió que las perspectivas no son de un crecimiento como el de los últimos años, aunque, aseguró, "esperamos mantener nuestras cuotas de mercado o incluso incrementarlas".
La fusión de las dos empresas ha dado lugar a una plantilla de 8.680 trabajadores que no se reducirá, aseguraron los directivos del grupo. El accionariado tras la fusión se reparte entre los actuales accionistas del grupo Comsa (70%) y los del grupo Emte (30%) -del que Sumarroca tiene un 18%, Banco Sabadell un 6% y Caja Madrid otro 6%. La familia Sumarroca, sin embargo, podría lograr una participación del 40% en el nuevo grupo si avanzan diversas opciones de compra y venta establecidas entre accionistas.
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