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El barrio más castizo de Madrid

Un tercio de los 50.000 empadronados en Lavapiés son extranjeros

Cómo cambia la calle de la Ribera de Curtidores de un festivo por la mañana a cualquier otro día. Las escaleras mecánicas de salida de la estación de metro de La Latina no daban abasto el pasado domingo. Todos se dirigían al mismo sitio. Al Rastro. Incluso, por si algún foráneo no lo tenía claro, un pequeño cartel escrito a mano, dentro de la propia estación, no deja lugar a dudas de hacia dónde debía dirigirse.

Fuera, la riada de gente te lleva. Manoli, con su marido y su hijo, se incorporaban a hacer el recorrido habitual desde la plaza de Cascorro y Ribera de Curtidores abajo. "Antes, mi marido y yo solíamos venir casi todos los domingos, pero con los niños pequeños resulta muy incómodo", apunta. ¿Viene a comprar algo en especial? "Siempre suele caer algo, aunque al Rastro se viene a dar una vuelta, ver a la gente y, luego, tomar el aperitivo", añade.

Entre la oferta, lo de toda la vida. "Una, dos y tres; una, dos y tres, lo que usted no quiera para el Rastro es", rememorando la canción de Patxi Andión. Como reza la ordenanza municipal vigente desde el año 2000, en este típico mercado madrileño al aire libre se puede vender, en puestos desmontables de uno a seis metros cuadrados y 2,5 metros de altura máxima, "mercancías viejas y extrañas, rarezas y objetos que no se comercializan en establecimientos clásicos, y todos aquellos productos incluidos en la ordenanza de venta ambulante. No se permite la venta de productos alimenticios ni aquellos otros que conlleven riesgos sanitarios. Ni animales, excepto en establecimientos declarados núcleos zoológicos". A partir de aquí, lo que quiera a abonar en metálico, aunque algunos comerciantes ya admiten el pago con tarjeta.

A las tres de la tarde toca desmontar los tenderetes tras las seis horas de apertura fijadas por la autoridad. "Si todavía hay clientes, se intenta alargar un poco más, pero enseguida los guardias empiezan a apremiarnos", comentaba una de las vendedoras que guardaba los pequeños frascos con esencias de todo tipo, cada una de ellas, según reza en las hojas explicativas que ofrece, con sus propiedades específicas. ¿Por qué la mejorana sirve para aliviar los ronquidos? "Mira, mi niño, porque es expectorante. Lo pones cerca de la cama y ya verás cómo en unos días lo notas".

Imperio extranjero

A las cinco de la tarde ya no queda rastro del Rastro, y el barrio de Embajadores o Lavapiés, como lo conoce todo el mundo, recobra su pausado ritmo habitual. Cada vez se ven menos españoles residentes -muchos de ellos, los vecinos de toda la vida, con edad avanzada- y hay más extranjeros, que ya representan el 34% de los 50.000 residentes empadronados. Darse una vuelta por las calles adyacentes a la Ribera de Curtidores representa toparse con un sinfín de comercios al por mayor, regentados en su mayoría por ciudadanos chinos, o restaurantes y comercios de oriundos del Magreb.

En esta torre de Babel, Lavapiés presenta un mercado inmobiliario de lo más variopinto, con todavía no pocas infraviviendas que se alternan con bloques de nueva planta construidos en los últimos años. Viviendas llave en mano, con un amplio abanico de precios. En márgenes de entre 4.860 y 6.000 euros el metro construido se mueven los lofts y pisos en planta sencilla que la promotora Navisa ofrece en plena calle de la Ribera de Curtidores con vuelta a la de Mira el Sol. Los lofts, de uno y dos dormitorios, desde 426.200 a 520.000 euros. Los pisos en planta sencilla, entre 296.185 y 423.520 euros. Más barato, entre 3.500 y 4.100 euros, sale el metro construido en la promoción de Aginsur, en el número 7 de la calle de Santa Ana, con pisos de 60 a 88 metros, desde 238.000 a 358.000. Los áticos, de más de 100 metros, entre 438.000 y 518.000 euros.

La rehabilitación de un parque residencial, con inmuebles con más de cien años de antigüedad, representa un campo en el que se viene trabajando desde hace más de diez años. El respaldo de las tres administraciones, con una inversión de 185 millones de euros, ha posibilitado la intervención sobre cerca de 8.000 viviendas, la ejecución de nuevos equipamientos y la renovación de la trama y el mobiliario urbanos.

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