Zapatero: "La crisis demuestra que la fiebre por reducir el papel del Estado no funciona"
Londres defiende que España participe en la cita para reformar el sistema financiero internacional.- Los 27 promoverán medidas contra la desaceleración
La crisis financiera actual demuestra que "la fiebre por reducir cada vez más el papel del Estado no funciona", por lo que es necesaria una reforma internacional que la UE va a liderar. España debe aportar su contribución a los esfuerzos para lograr esa reforma, empezando por la cumbre internacional que ha de celebrarse antes de fin de año para sentar las nuevas bases del capitalismo. Así lo cree el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y también el primer ministro británico, Gordon Brown, que ha defendido la presencia de España en estos esfuerzos internacionales.
En su comparecencia al término del Consejo Europeo celebrado en Bruselas, Zapatero ha destacado que el tema fundamental de la reunión ha sido la crisis financiera internacional y los planes para reformar un sistema que nos ha llevado a la situación actual, en especial el que ayer presentó Brown para refundar el capitalismo y dotar a los mercados de una regulación que evite desastres como el actual.
Zapatero ha resumido que "la fiebre por reducir cada vez más el papel del Estado no funciona", por lo que ha defendido la necesidad de una reforma financiera que dote de "límites" a los mercados, en especial los financieros. "La UE debe ser líder, referente, esperanza para una reforma del sistema financiero internacional que es esencial no sólo para el futuro sino para el presente", ha dicho. Tanto "para dar seguridad y un nuevo marco" a los actores financieros y económicos como para dar esa seguridad a los ciudadanos.
España, en la próxima cumbre
España debe participar en esos esfuerzos, cree Zapatero, opinión que cuenta con el respaldo de Gordon Brown. El premier británico ha recalcado tras el encuentro de Bruselas que España debe estar representada en la cumbre que los líderes de las principales economías mundiales celebrarán antes de final de año para definir los principios de la reforma financiera internacional. "España es una economía grande", ha dicho Brown, y Zapatero está presentando "algunas ideas muy interesantes" sobre la orientación de esa reforma. El problema es que esa cita aún no tiene formato: si es el del G-8 (países ricos) o el del G-20 (países emergentes), España no estaría representada. No obstante, ya se vislumbra que será una reunión abierta.
Zapatero ha destacado que el primer paso de ese esfuerzo reformador se verá este fin de semana, cuando el presidente francés y de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, que se ha mostrado especialmente duro en sus críticas al sistema durante esta cumbre, y el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, viajarán a EE UU para preparar esa cumbre de refundación del capitalismo con el presidente George W. Bush. Ha destacado la necesidad de afrontar esa reforma porque, a su juicio, ha quedado demostrado que "la fiebre por reducir cada vez más el papel del Estado no funciona" y que los mercados, en especial los financieros, deben funcionar dentro de unos "límites".
Ayudas a la economía real
Más allá de la crisis financiera y el socorro prometido a la banca, los Veintisiete han reafirmado así su apoyo "a la industria europea", que empieza a sufrir ya las consecuencias de la brusca desaceleración o recesión en algunos casos. En este sentido, la presidencia de turno francesa ha propuesto un añadido a las conclusiones de la cumbre en el que los gobernantes se declaran "determinados a tomar las medidas necesarias para reaccionar a la ralentización de la demanda y a la contracción de la inversión, y en particular para apoyar a la industria europea".
Zapatero ha explicado que los líderes europeos son "conscientes del contexto económico que la crisis financiera provoca: la actividad se reduce y el paro aumenta". En este sentido, ha explicado que el párrafo añadido por la presidencia francesa dice que la Comisión presentará medidas de apoyo al sector industrial en el próximo Consejo de diciembre.
Los bancos británicos podrán repartir dividendos
Los tres bancos británicos que se acogieron esta semana al plan de rescate del Gobierno del Reino Unido podrían volver a dar dividendos antes del período de cinco años exigido en un principio en el acuerdo. "Si alguien viene con una forma mejor de llevar a cabo el plan, por supuesto que lo escucharemos", afirmó anoche el ministro de Economía, Alistair Darling, en unas declaraciones a la BBC.
De este modo, Darling respondía a la creciente preocupación del sector bancario de que la prohibición a los bancos ayudados con fondos públicos de dar dividendos durante cinco años haga caer su cotización en Bolsa, lo que implicaría que sus accionistas no acudirían a las ampliaciones de capital previstas y el Gobierno tendría que asumir la totalidad de los nuevos títulos emitidos.
El Gobierno británico se convertirá en el mayor accionista del Royal Bank of Scotland (RBS) y del grupo resultante de la fusión entre el Lloyds TSB y el Halifax Bank of Scotland (HBOS) tras comprometer hasta 37.000 millones de libras (47.584 millones de euros).
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