Seguimiento masivo en Francia de la primera gran huelga contra una reforma de Sarkozy
Tres cuartas partes de los trabajadores secunda el paro de transportes contra los recortes en las pensiones.- El Gobierno afirma que "escuchará" a los sindicatos pero "no cederá"
La huelga contra la reforma de los regímenes especiales de pensiones en Francia ha tenido un seguimiento masivo en el transporte público terrestre. El Ejecutivo se ha mostrado firme ante la protesta de los sindicatos y ha asegurado que los "escuchará", pero mantendrá su determinación y "no cederá".
El éxito de la convocatoria de los sindicatos ha sido particularmente evidente en los trenes, puesto que sólo el 5% de los trayectos programados en el país han circulado, y la dirección de la compañía de ferrocarril SNCF ha reconocido que casi las tres cuartas partes de sus trabajadores se habían sumado al paro.
El transporte urbano se ha visto "fuertemente perturbado" en París -con la mayor parte de las líneas del metro paralizadas o casi-, pero también en buena parte de las 28 otras ciudades donde los sindicatos habían lanzado la convocatoria.
También se han producido huelgas de solidaridad de colectivos no directamente afectados por los regímenes especiales, como correos, las oficinas del desempleo o la educación, pero allí el seguimiento ha sido reducido. Los sindicatos igualmente han organizado manifestaciones en varias grandes ciudades -que según la policía han reunido a 150.000 personas- y algunos de ellos han decidido mantener la presión mañana.
La entidad del transporte metropolitano de la capital RATP ha indicado que sólo un tercio de los metros funcionarán mañana por la mañana, y que los autobuses y los tranvías se irán poniendo en marcha pero muy progresivamente. En la misma línea, la SNCF ha admitido que el tráfico de trenes continuará "muy perturbado".
Perfil conciliador
El Gobierno quiso mantener un perfil conciliador y el ministro de Trabajo, Xavier Bertrand, ha afirmado que "la huelga no impide el diálogo", antes de insistir en que la reforma "será progresiva" en los regímenes especiales, de los que se benefician medio millón de empleados esencialmente de los ferrocarriles, los transportes urbanos y las compañías estatales de energía EDF y GDF.
En cualquier caso, Bertrand ha alertado de que, sin la reforma, "nadie puede garantizar" que los acogidos a esos regímenes podrán cobrar sus pensiones "en cinco, diez, o 15 años". El portavoz del Ejecutivo conservador, Laurent Wauquiez, lo había dicho con términos más claros por la mañana: "no podemos ceder" en el aumento del periodo de cotización que da derecho a una pensión completa de esos trabajadores, que con la reforma debe pasar de 37,5 años a 40 para equipararse con los del régimen general.
Verdaderas negociaciones
Un punto en el que choca de plano con las reclamaciones de los sindicatos convocantes de la huelga, que quieren "verdaderas negociaciones", como ha señalado la Confederación General del Trabajo (CGT), cuyo secretario general, Bernard Thibault, ha anunciado que "si el Gobierno siguiera en una posición intransigente, naturalmente tendríamos que contemplar la continuación" de las protestas. Thibault, consciente de que para tener éxito la movilización necesita un respaldo de la opinión pública, ha repetido la idea de que la reforma de los regímenes especiales no constituye más que "una anticipación de una tercera reforma" que afectará a los sistemas de pensiones de todos los trabajadores.
El Partido Socialista ha centrado hoy sus críticas en que mientras se aprietan las tuercas a los trabajadores de los ferrocarriles, del transporte urbano o de la energía, el Ejecutivo conservador da regalos fiscales a los más ricos en forma de rebajas fiscales, y también en hacer coincidir el anuncio del divorcio de Sarkozy, para quitar protagonismo a la dimensión de los paros.
En la mente de unos y otros estaba el recuerdo de las huelgas gigantes de 1995, también con motivo de las pensiones, que obligaron al entonces primer ministro, el conservador Alain Juppé, a dar marcha atrás a su reforma y, al final, le costaron el cargo.
Renfe suspende algunos servicios internacionales
Renfe ha suspendido hoy los servicios internacionales que enlazan España con Francia, Suiza e Italia, debido a una huelga convocada en los ferrocarriles franceses, SNCF. La suspensión afecta al enlace con Suiza e Italia en sentido inverso, además del Talgo Mare Nostrum desde Montpellier a Cartagena y los que unen Barcelona con Montpellier en ambos sentidos. Al mismo tiempo, durante el período de huelga señalado, los trenes con origen o destino en las estaciones fronterizas de Cerbere y Hendaya tendrán como origen o destino las estaciones de Portbou e Irún.Renfe reembolsará el 100% del importe del billete a los clientes que desistan de su viaje y no cobrará los gastos de cambio de fecha a los viajeros que se decidan por esta opción.
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