Parmalat vende todas sus actividades en España a Nueva Rumasa por 188 millones de euros
El acuerdo, que se firmará hoy, está pendiente del visto bueno de las autoridades españolas de competencia
Parmalat venderá todas sus actividades en España al grupo de alimentación Nueva Rumasa por 188 millones de euros en efectivo, según ha informado hoy la multinacional italiana. La operación, que se sellará con la firma de un contrato entre las partes a lo largo de hoy, está pendiente del visto bueno de las autoridades españolas de competencia, según ha precisado la compañía alpina en un comunicado.
Parmalat indicó que la cifra de negocio de sus actividades en España, centradas en la producción de leche, yogures, helados y dulces, alcanzó los 185 millones de euros en 2006.
En la actualidad, la filial española de Parmalat, Clesa, cuenta en nuestro país con activos inmobiliarios (siete fábricas y 67 delegaciones comerciales) y con marcas conocidas como Clesa, Cacaolat, Ryalcao, Letona, Helados Royne o La Levantina.
Por otra parte, Nueva Rumasa ha destacado que absorberá toda la plantilla de Parmalat España, integrada en la actualidad por más de 1.200 puestos de trabajo directos y más de 3.500 indirectos, con el compromiso de mantenerlos, por lo que no habría que lamentar despidos tras la operación.
Con adquisición, Nueva Rumasa prevé facturar más de 700 millones de euros al cierre del ejercicio 2007, y obtener "una multitud de sinergias" en la fabricación, distribución y comercialización en su división de alimentación actual.
Este no es el primer acercamiento de la familia Ruiz-Mateos a Parmalat, ya que trató de hacerse con Clesa en octubre de 2005, con una oferta en firme por el 100% de sus acciones por importe de 180 millones de euros, también al contado.
Caída de un gigante
Hace ahora un año, Parmalat cambió su estructura societaria en España con la integración de sus filiales Clesa y Letona (de las que controla el 100%) y que pasaron a denominarse Parmalat España, cuya cifra de negocio, centrada en la producción de leche, yogures, helados y dulces, alcanzó los 185 millones de euros en 2006.
El que fuera gigante italiano de la alimentación protagonizó a finales de 2003 el mayor escándalo financiero de la historia en Europa. Se vio obligada a suspender pagos tras un monumental y multimillonario fraude contable de unos 20.000 millones de euros y que llevó a la empresa a la quiebra ahogada por sus deudas.
Las autoridades italianas evitaron la desaparición de la compañía con una estricta tutela y el nombramiento de un gestor, Enrico Bondi, que ha logrado que Parmalat esté saliendo de su agujero. Su entonces presidente, Calisto Tanzi, permanece bajo arresto domiciliario por estafa y bancarrota fraudulenta. Sus dos hijos, Estefano y Francesca, fueron condenados a prisión, así como otros 17 de los 62 imputados.
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