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"Joven e independiente, ¿pero a qué precio?"

Tercer bloque de testimonios sobre el tema de la vivienda seleccionados entre los mensajes enviados por los lectores de ELPAIS.com

Manuel Gracia Santos (Madrid, España)

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Soy un joven estudiante que comparte piso en Madrid por cuestiones de la vida. Debido a mis estudios no tengo otra opción que trabajar a media jornada. Soy becario de la universidad, por lo que recibo 500 euros mensuales. El alquiler del piso asciende a 950 euros mensuales, que pagamos entre dos, con lo que me quedan 25 euros!!!! Por fortuna recibo toda la ayuda familiar posible, sin ellos no podría hacer uso de mi derecho como ciudadano. Esta es la realidad de hoy en día, y no solo para los jóvenes, los ciudadanos no podemos acceder a una vivienda, no podemos independizarnos y en caso de hacerlo, mantendremos esa dependencia paterna durante buena parte de nuestra vida. Tenemos que pagar alquileres desorbitados, que van a manos de una sola persona, mientras las Autoridades no solo cierran los ojos sino que aceptan y colaboran con la mercantilización y especulación de nuestros derechos. Tener pisos para alquilarlos se ha convertido en una afición nacional ¿Como es posible que esa especulación con la necesidad? ¿Que hago? ¿Vivir en la calle?

Rubén Martínez Pérez (Burgos, España)

En Octubre de 2003 compré una vivienda unifamiliar de una promoción de 24 viviendas en el municipio de Ubierna (Burgos), fui pagando las letra correspondientes hasta 10 millones de ptas. y a día de hoy todavía no nos la ha entregado. Durante todo este tiempo les hemos enviado burofax, actos de conciliación judiciales, requerimientos judiciales y ni siquiera se presentan. Y ahora cuando parece que las obras empiezan a terminarse, nos envían un borrador de fax a cada uno de los compradores donde se renuncia expresamente a cualquier tipo de indemnización por daños y perjuicios, como condición sinecuanum para la entrega de la vivienda. O sea un chantaje en toda regla, "el que quiera la vivienda que firme el escrito..." ¿Increíble verdad? Así estamos, con una indefensión legal total y ahora al juzgado todos juntos a por nuestras viviendas. y todo esto, con los avales bancarios de las cantidades aportadas caducados o no entregados a nosotros. Una injusticia muchas veces repetida desgraciadamente con este "boom inmobiliario" que no ayuda nada al pobre sufridor comprador de una vivienda. A mi este retraso de 30 meses en la entrega de mi vivienda, me va a suponer un coste mucho mas elevado que hace dos años cuando tenia que haberse producido. Una autentica desgracia. Os mantendré informados de esta pesadilla.

Patricia Martínez (Jalisco, México)

Entre ustedes y yo está el Atlántico, pero la situación es igual: la vivienda es una aspiración, cada vez, más lejana. Si compras lo que hay te mandan a kilómetros de la ciudad, donde el transporte público apenas llega, donde la ciudad no se planeó sólo se improvisó. Vivo en Guadalajara, Jalisco, México, una ciudad que ha entregado los rayos del sol a kilómetros de asfalto; el tráfico consume a paso acelerado nuestro tiempo —calculan que si sumáramos el tiempo que perdemos los seis millones de habitantes de esta urbe en trasladarnos, al día se desperdician 29 años— nos asombra, pero las autoridades gubernamentales poco o nada hacen por recuperar espacios en la ciudad y revitalizarla. El centro se transforma en un fantasma; las antiguas casonas ceden sus habitaciones a comercios que sólo las condenan al deterioro. Los inmobiliarios especulan con los precios de la renta, de tal manera que los alquileres sólo los pueden pagar grandes oficinas o consultorios médicos, pero no familias. ¿Qué opciones quedan? dentro de la ciudad pocas, y las que hay son costosas. 70 por ciento de nuestra población es pobre y el 20 por ciento que calculan de "clase media" tiende a desaparecer, con el promedio de sueldo mensual sólo pueden (podemos) aspirar a comprar casas de interés social (de 50 mil dólares), construidas en 70 metros cuadrados. Pocos, contados, consideran vivir en un piso de la avenida Montevideo (una colonia alrbolada y bien comunicada dentro de la ciudad) donde el más económico cuesta 300 mil dólares; ni que decir del fraccionamiento Puerta de Hierro donde las cotizaciones son en millones de dólares (¿Tan costosos como en Miami? Sí, tanta frivolidad en un país de tercer mundo existe). ¿Qué nos queda? Rentar un departamento entre varios (uno modesto y céntrico 500 dólares al mes), pedir un crédito y endeudarnos los próximos 30 años para pagar 70 metros cuadrados en poblaciones de la zona conurbada, a kilómetros de distancia de donde se desarrolla nuestra vida diaria, allá donde promocionan frases utópicas "Residencial campestre", "Un terreno cerca del cielo"... La otra cara de la vivienda en Guadalajara está ligada a la corrupción; las empresas constructoras se coluden con los gobiernos para alterar los planes de desarrollo urbano, sin considerar que cuando el orden de la tierra se modifica no hay marcha atrás y sus soluciones son cada vez más costosas. Sucedió lo que ya otros predecían, la ciudad entrega a sus clientes kilómetros en lugar de rayos de sol, gases carburados en vez de aire respirable y, en lugar de silencio, un tumulto asesino para unos nervios que, contrariamente a lo que ocurre con otras células del cuerpo, no poseen el poder de renovarse. Ya lo decía Le Corbusier hace 65 años.

Jorge García Torrego (Torrelaguna, España)

Paso casi 3 horas al día en él, y casi 4 en el transporte público. Vivo en un pueblo del Norte de Madrid llamado Torrelaguna. Estoy en tercero de periodismo y llevo tres años en esta situación. Para más inri, las clases empiezan a las 8 de la mañana. Echen cuentas. Imposible vivir en Madrid, intenten explicarme ustedes como puedo vivir en Madrid. Yo no puedo. Y pensar que los políticos están ahí para servirnos...

Susana Iglesias (Madrid, España)

Vivo alquilada desde que vine a vivir a Madrid, hace ocho años, siempre compartiendo piso porque mi sueldo no me permite pagar uno para mi sola. Cómo desde que empecé a trabajar he vivido por mi cuenta (sin depender de padres) no puedo ahorrar, así que nunca tendré dinero para pagar una entrada para comprar un piso. Tendré que aguantar a la casera, que en la mayoría de los casos solo quiere obtener beneficios de su propiedad y no invertir un sólo euro, esto para el inquilino se convierte en un infierno. Así están las cosas para los jóvenes ahora mismo y sin pinta de mejorar. Pero la economía crece y a los "repsoles", "bbvas", "telefonicas"... les va genial. Menudo futuro nos espera.

Eva María Huerta Menéndez (Asturias, España)

Mi nombre es Eva, tengo 30 años, vivo de alquiler con mi pareja en un pequeño pueblo a 13 Km. de Oviedo. Vivíamos en el centro de la ciudad, en una casa medio cayéndose por las termitas, pero eso si, en el centro de la ciudad. Un día leí en un periódico que se alquila casa en un pueblo de Asturias, se lo comenté a mi pareja y para allá nos fuimos. Pago de alquiler 370 Euros, la casa es un cuadra rehabilitada en vivienda, con cocina salón-comedor, baño, 2 habitaciones y trastero, también tiene prado. A raíz de irme a vivir allí me compré coche, aparte del alquiler, luz, agua y demás gastos, decir tiene que gana 950 Euros al mes y mi pareja 1000 y vivimos los dos y una perra. Mi Pregunta es ¿por qué la gente se empeña en vivir en el centro de la ciudad sabiendo que es imposible pagar? PD: no creo que vuelva a la ciudad a vivir.

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