La Comisión Europea recibe el decreto que concede a Alitalia un crédito de 400 millones

La Comisión Europea ha recibido esta mañana una copia del decreto adoptado recientemente por el Gobierno italiano a favor de la compañía aérea Alitalia, ya que garantiza a la aerolínea un aval sobre un crédito puente de emergencia de 400 millones, según ha explicado el portavoz de Transportes y Energía de la Comisión, Amador Sánchez-Rico.

El citado portavoz indicó que, en los últimos días y semanas, el Ejecutivo comunitario envió en paralelo dos cartas al Gobierno de Roma para recibir información suplementaria sobre el plan de reestructuración. "Hoy hemos recibido esta información y la analizaremos en los próximos días. En cuanto a la aplicación del decreto, no hemos recibido las modalidades de aplicación aunque se han comprometido a enviárnoslas lo antes posible", señaló.

La dirección de Alitalia confía en tener cerrado a finales de julio un nuevo plan de reestructuración, después de "los avances decisivos de la pasada semana", informó ayer en la junta general de accionistas el presidente y consejero delegado de la aerolínea, Giancarlo Cimoli, sin ofrecer más precisiones.

Cimoli apuntó que el nuevo plan de saneamiento tiene previsto aplicar hasta el ejercicio 2008 respetará las líneas consensuadas en mayo por dirección, sindicatos y Gobierno italiano para sacar a la aerolínea de bandera de la crisis financiera que atraviesa, que incluían el compromiso de no recurrir al recorte de plantilla.

Este nuevo plan sustituirá al último presentado a los sindicatos por la anterior dirección, que contemplaba la supresión de 3.200 empleos (1.100 despidos y 2.100 externalizaciones), y que vino a reemplazar un proyecto anterior que planteaba la supresión de 2.700.

Respecto del crédito de 400 millones, la prensa británica ha publicado esta semana que Alitalia dispone de liquidez suficiente para operar sólo hasta septiembre, momento en el que tendrá que recibir de Mediobanca y otras entidades este dinero avalado por el Estado italiano, que en último tiempo requerirá la aprobación de la Comisión Europea.

Pese a disponer de este margen, la compañía, controlada en un 62,4% por el Estado, sigue acumulando pérdidas mensuales a pesar de la mejora en sus ingresos procedentes del tráfico intercontinental, especialmente en las rutas entre Italia y EE UU. A finales de marzo, tenía 260 millones en caja, pero los expertos apuntan a unas pérdidas mensuales cercanas a los 70 millones. Los accionistas aprobarán hoy las cuentas de resultados de 2003, que elevan las pérdidas a 520 millones, unas cuentas que Deloitte se ha negado a auditar.