Arcelor amenaza con sacar parte de su producción fuera de la UE por la directiva sobre Kioto
La empresa siderúrgica, que emplea a 16.000 personas en España, avanza que podría trasladar la fabricación de productos con menor valor añadido
Arcelor, el mayor grupo siderúrgico del mundo, ha advertido hoy de que trasladará fuera de Europa parte de su producción si la UE aplica estrictamente la directiva enunciada para aplicar el Protocolo de Kioto. La empresa emplea a 106.000 personas (16.000 de ellas en España), y tuvo un beneficio neto de 257 millones de euros en 2003, frente a las pérdidas de 121 millones del año anterior.
Las acciones de la compañía han caído un 1% hoy en la Bolsa de Madrid, puesto que los inversores preveían una subida mayor del beneficio neto. Arcelor ha avanzado además que pretende duplicar su producción en los próximos diez años, hasta los 110 millones de toneladas de acero, y para ello apuesta por crecer en Suramérica, China, Rusia y Turquía.
"Nos iremos paso a paso"
Su consejero delegado, Guy Dollé, ha dado un paso más en su pulso con la Unión Europea durante la rueda de prensa que ha ofrecido tras presentar los resultados de la empresa en 2003, al afirmar: "Si hay que pagar por Kioto, nos iremos paso a paso de Europa".
Esta medida consistiría, según Dollé, en dejar de fabricar dentro de las fronteras de la UE los productos de menor valor añadido, aunque el empresario ha querido centrar por ahora la batalla en la lucha contra la directiva, que en su opinión "no está adaptada a una sociedad europea" y "distorsiona la competencia con otros productos, como el plástico o el aluminio", y "entre países".
Recurso judicial
Arcelor considera que la norma les impide cerrar una planta dentro de un país europeo y utilizar sus derechos de emisión de gases contaminantes en otra de la UE, puesto que no prevé que el reparto de cuotas se realice a nivel comunitario sino por países. Queda además por dirimir, según Dollé, a quién corresponden los derechos derivados de la transformación de los gases de la producción siderúrgica, que se pueden emplear para generar electricidad.
La empresa (surgida hace tres años de la fusión de la española Aceralia, la luxemburguesa Arbed y la francesa Usinor) presentó el pasado 15 de junio un recurso contra el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea por esta directiva europea ante el Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas (con sede en Luxemburgo). Hasta ahora, la corte no ha admitido ningún recurso presentado por una empresa.
Cinco sectores en guerra por Kioto
Cinco sectores deberán absorber el 60% del impacto económico previsto para la industria española por los compromisos de la UE con Kioto. En conjunto deberán asumir, entre 2008 y 2012, un montante por compra de derechos de contaminación de entre 265 y 530 millones de euros, según estimaciones de PricewaterhouseCoopers. Una aplicación estricta de la directiva europea puede poner contra las cuerdas a varios sectores intensivos en mano de obra y no sólo porque no hayan hecho los deberes. El margen para reducir las emisiones de CO2 en algunas actividades es muy reducido.
Además del sector del cemento, la cerámica, el papel y la refinaría, la siderurgia es uno de los cinco más afectados. Esta industria considera casus belli la directiva europea sobre comercio de emisiones, y cree que la normativa puede acabar a medio plazo con la producción de acero en Europa. "La siderurgia produce CO2 porque utiliza carbón. Pero la industria europea, y en particular Arcelor, en relación a la referencia de 1990, ha bajado su producción de este gas en un 17%. Dos veces más que el compromiso de Kioto", ha señalado Dollé, que además de presidente de Arcelor es el director de la patronal europea del acero. El empresario ha propuesto como alternativa que se pongan aranceles a los productos de países que no han firmado el Protocolo o flexibilizar la aplicación de Kioto.
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