El ex presidente de Parmalat promete hacer frente al 'agujero' contable "con todo su patrimonio"
La familia del empresario posee el 51% de las acciones de la multinacional agroalimentaria
El fundador y ex presidente de Parmalat, Calisto Tanzi, de 65 años, ha aceptado hoy ceder todas sus acciones en la multinacional agroalimentaria a su nuevo administrador, según ha informado hoy uno de sus abogados, Michele Ributti. La familia Tanzi, a través de la empresa Coloniale Spa, posee el 51% del grupo. El empresario está dispuesto a entregar "las llaves de todo su patrimonio personal" a la nueva dirección de Parmalat para sufragar las pérdidas de los inversores. La compañía se encuentra en suspensión de pagos con un agujero de entre 7.000 y 13.000 millones de euros.
El empresario está encarcelado en la prisión milanesa de San Vittore de Milán desde el pasado 28 de diciembre, después de que el juez ordenase su captura ante el temor a que pudiera ocultar pruebas. Tanzi se encontraba en paradero desconocido desde que saltó el escándalo, y ha declarado que planeaba viajar a las Islas Galápagos (Ecuador) justo antes de su detención. Ahora pesan sobre si cabeza las acusaciones de estafa y manipulación contable, entre otros cargos.
El fundador de la empresa ha sido interrogado hoy una vez más. Permanece en prisión, donde ayer fue visitado por dos médicos que chequearon su estado de salud, después de que el juez denegase la petición de sus abogados de mantenerle bajo arresto domiciliario por temor a que destruyese pruebas o aprovechase para huir.
Las acusaciones que se ciernen sobre Tanzi son: asociación delictiva para provocar la bancarrota fraudulenta de Parmalat; manipulación bursátil; falsedad contable; estafa; especulación abusiva y comunicación falsa a los auditores. La investigación trata de descubrir ahora si el empresario, ante la perspectiva de quiebra de su imperio, sacó importantes sumas de dinero para depositarlas en cuentas secretas en paraísos fiscales utilizando filiales como Bonlat, con sede en las Islas Caimán .
Enron a la italiana
La situación financiera real de Parmalat, calificada como la Enron italiana, ha sido toda una sorpresa. En 2002, sus cuentas reflejaban una facturación de 7.590 millones de euros, beneficios de 613 millones y una deuda de 1.860 millones. Parmalat, cuenta con 37.000 empleados en 197 fábricas de todo el mundo.
Todo estalló cuando el Bank of America negó la autenticidad de un documento que aseguraba fondos por 3.950 millones de euros en una cuenta de la compañía off-shore Bonlat, filial del grupo. El agujero de la Parmalat se calcula ahora entre 7.000 y 13.000 millones de euros. En cualquier caso, el déficit real acumulado durante 15 años equivale a varias veces el capital de la empresa.
Los intentos para salvar Parmalat comenzaron con un decreto del Gobierno, fijando ayudas que se aplicarán, con permiso de Bruselas, sólo en el caso de que exista un programa de reflotamiento industrial. No será válido si el objetivo es la liquidación de la firma. El comisario nombrado para gestionatr el grupo en crisis, Enrico Bondi, deberá presentar en 60 días el plan de reflotamiento.
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