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El Banco de Portugal alerta de que el déficit público ascenderá este año hasta el 5%

El Gobierno de Durao Barroso logró cuadrar 'in extremis' las cuentas del año pasado vendiendo patrimonio público

El déficit público de Portugal puede crecer este año hasta un 1,5%, el triple que en 2002, para situarse en torno al 5% del Producto Interior Bruto del país, una cifra muy alejada de los límites marcados por el Pacto de Estabilidad (el 3%) y que colocaría al Gobierno de José Manuel Durao Barroso de nuevo en el punto de mira de la Unión Europea.

El informe hecho público hoy por el Banco de Portugal prevé un aumento de entre el 0,75% y el 1,5% en 2003, frente al 0,4% del año anterior. Pese a que esta estimación cuenta con que el crecimiento del déficit se suavizará en el segundo semestre, las cifras contrastan vivamente con las cuentas del Ejecutivo.

"Honda preocupación"

La institución dirige además una advertencia al Gobierno, al que insta a tomar medidas urgentes para reducir el déficit, estimado en el 2,9% por el Ejecutivo de Durao Barroso para este año. "Tan sólo una recaudación extraordinaria superior al 2% del PIB" permitiría rebajar la deuda estatal, según el Banco de Portugal.

El Banco Central Europeo reiteró hace un par de meses su "honda preocupación" ante los altos déficit públicos de Portugal, Alemania, Francia e Italia, que "ponen en peligro el Pacto de Estabilidad y Crecimiento". La Comisión Europea ha reconocido por su parte que Lisboa está intentando, "con enormes sacrificios", mantenerse dentro de los límites marcados, "no como Francia y Alemania"; pese a ello, en su momento activo un procedimiento contra Lisboa por este motivo.

Estrategias contra el déficit

Sin embargo, el Gobierno portugués lo tendrá muy difícil para no superar el 3% del PIB, una barrera que ya dejó atrás en los primeros siete meses del año. En 2002, el déficit portugués también superó el déficit anual previsto antes del final del año, pero esa situación sólo se verificó en noviembre y la diferencia fue bastante menor. Ese año, y tras un déficit de 4,1% en 2001, el Gobierno logró bajar los gastos del Estado hasta un 2,5% del PIB.

La estrategia se basó en la venta de patrimonio del Estado y en un programa de perdón fiscal para obtener ingresos extraordinarios. El aumento de los gastos con los subsidios por desempleo y por enfermedad, en paralelo con la disminución de ingresos fiscales, son las razones principales del descontrol de las cuentas portuguesas este año.

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