El mal de altura y la fortaleza del euro lastran a las bolsas europeas

La semana ha arrancando con fuertes caídas en las bolsas europeas. El mal de altura, la fortaleza del euro y la caída de la producción industrial en su área invitaron hoy a recoger beneficios que, el viernes, llevaron a máximos anuales a los índices español, alemán y británico. Así, el Ibex despidió la jornada con una caída del 2,2%, perdiendo de nuevo los 7.200 puntos.

Tokio se ha despeñado hoy un 3,7% y su índice, el Nikkei se ha situado por debajo de los 10.000 puntos, el nivel más bajo desde mediados de agosto. La incertidumbre generada en Oriente Próximo tras los atentados de Turquía e Irak se ha trasladado a Japón, presuntamente amenazado por Al Qaeda.

La inestabilidad geopolítica aúpa al barril de brent por encima de los 29,40 dólares y la onza de oro ronda los 400 dólares, al actuar como valor refugio. Lo mismo sucede con el euro, que cotizó hoy por encima de los 1,17 dólares, ganando terreno al dólar y al yen, que ha sufrido el mayor retroceso en diez semanas frente a las divisas estadounidense y europea.

Por si fuera poco, entre los pocos referentes macroeconómicos del día, que últimamente han servido de asidero a los mercados, Eurostat divulgaba una caída del 0,6% de la producción industrial de la eurozona en septiembre. Así las cosas, y mayormente después de que Wall Street abriera a la baja, las bolsas alemana, británica y española difícilmente podían recuperar el optimismo del viernes, cuando sus respectivos índices marcaron máximos.

A tal punto llegó la inestabilidad en la apertura del mercado madrileño, que la autoridad bursátil tuvo que suspender cautelarmente la cotización de ocho valores por alta volatilidad. Al cierre, el Ibex perdió un 2,2%, hasta los 7.134 puntos. Sólo el FTSE de Londres "limitaba" el descenso al 1,3%. París recortó un 2,6%, a pesar de que el Banco Central galo proporcionara buenas perspectivas de crecimiento del PIB francés para 2003 (+0,2%), con un aumento del mismo del 0,5% en este último trimestre.

El Dax de Francfort perdió un 3,2%, lastrado por la mayor operadora turística TUI y todas aquellas compañías exportadoras que siguen padeciento los estragos de un euro fuerte. En Alemania, de poco sirvieron las palabras del IFO asegurando que el optimismo de los empresarios europeos sigue creciendo y eso contribuirá a la recuperación económica del continente.

La cesta de los 35 principales valores españoles lució un rojo sólo interrumpido por la subida de Altadis del 1,3%. Entre los blue chips, las caídas más dramáticas correspondieron a Iberia que desandó un 6%. Destacaron también los descensos de BBVA que cedió un 3,35%, mientras que SCH restó un 2,80%.

El grupo Telefónica también cotizó a la baja: la matriz retrocedió un 2,48% y su filial de móviles cayó un 2,19%. .Mientras Repsol se dejó un 1,6% tras anunciar el Supremo que deberá pagar una multa de 390.000 euros por el accidente de 1996 en Puertollano y adelantar la petrolera que cederá un 50% de Gastream a Gas Natural, a cambio de que aporte activos para lograr sinergias y recortar costes.

Con los ojos puestos en los mercados de divisas y a la espera de que esta semana arroje nuevas luces económicas, los inversores miran hacia las empresas, cuyos resultados serán vitales para determinar la tendencia bursátil en el último tramo del año. En España, el mercado aguarda el balance de Telepizza tras anunciar Sol Meliá un aumento en su beneficio neto a septiembre del 33%, hasta los 41,8 millones. No obstante, la caída del EBITDA, del 7,1%, propicia el castigo de los inversores y los títulos de la hotelera se depreciaron un 1%.