Desarticulan una red que estafó 1.000 millones vendiendo aceite por gasóil

La Guardia Civil ha desarticulado una red dedicada a la distribución de combustible fraudulento mediante la venta de aceite mineral como gasóleo de automoción, en una operación llevada a cabo en 11 provincias y en la que han sido detenidas 16 personas.

Según ha informado hoy la Dirección General de la Guardia Civil, el descubrimiento de esta estafa, cercana a los mil millones de pesetas, se ha saldado con el precinto de cuatro gasolineras, cuatro depósitos y la inmovilización de cerca de un millón de litros de combustible.

Las investigaciones se iniciaron a mediados de este año en la provincia de Vizcaya, al tener conocimiento la Guardia Civil de la distribución y comercialización en diversas gasolineras y gasocentros -depósito para surtir a mayoristas- de un combustible que podía ser fraudulento.

Posteriores investigaciones han permitido determinar que el combustible fraudulento era gasóleo de tipo A compuesto por una mezcla con aceite mineral empleado habitualmente en la refrigeración de transformadores eléctricos.

Este tipo de aceite, carente de obligación alguna de pago de impuestos especiales, era importado legalmente desde Suecia y Bélgica por una empresa del sector petrolífero con sede social en Madrid y almacenado en Bilbao.

Una exportación simulada

Desde aquí era comercializado por una empresa francesa dirigida por dos españoles residentes en Irún (Guipúzcoa) que simulaba su exportación a Portugal, cuando realmente ese producto no llegaba al país vecino, sino que era desviado y distribuido (el aceite puro o mezclado con gasóleo) a diversas gasolineras y gasocentros ubicados en varias provincias españolas como gasóleo A.

El transporte era realizado en camiones cisterna propiedad de una empresa ubicada en la localidad de Muñana (Ávila) y por un transportista autónomo autorizado para el transporte de combustible, que aprovechando sus cargas legales las mezclaba con el aceite para la obtención del combustible fraudulento.

El pasado 22 de octubre fueron detenidos A.G.M., de 70 años y D.G.G., de 30, propietarios de dos estaciones de servicio en Navas del Rey y Rueda (Valladolid), donde era distribuido el combustible adulterado, así como F.R.A., de 30 años, y J.C.M.H., de 32, conductores de un camión. En el momento de la detención, estos dos últimos estaban realizando la descarga del combustible en una de las gasolineras.

En la localidad abulense de Muñana fue arrestado la pasada semana E.M.M., de 65 años; en Alava, J.C.S.O., de 41; en Ponferrada (León), J.C.R.E., de 40 años; en Coreses (Zamora), A.A.R., de 65 años; en Madrid, C.A.H., de 43 años; y en Peñaranda de Bracamonte (Salamanca), P.R.M.G., de 57 años, y J.A.J.B., de 36 años.

En Salamanca fue arrestado F.F.J., de 37 años; en Irún (Guipúzcoa), F.D.I. y J.C.M.E., ambos de 44 años; en San Sebastián, J.M.H.E., de 36 años, y en Porriño (Pontevedra), A.C.T., de 36 años.

Las cuatro gasolineras precintadas están en las localidades vallisoletanas de Navas del Rey y Rueda, en Salamanca y en Coreses (Zamora), mientras que también fueron precintados un depósito en Muñana (Avila) y dos en el Puerto de Bilbao, así como un gasocentro en Porriño (Pontevedra) y cuatro camiones cisterna utilizados para la distribución del combustible.

Mortal para los motores

Además de estas actuaciones, la Guardia Civil ha incautado e inmovilizado carca de un millón de litros de combustible fraudulento, con un estafa que puede superar los mil millones de pesetas.

Los expertos consultados por la Guardia Civil aseguran que el uso de este combustible fraudulento puede producir daños de importancia en los motores diesel, al carecer en gran medida de las especificaciones propias exigidas al combustible con denominación de gasóleo A.

La operación continúa abierta y la Guardia Civil no descarta que se produzcan nuevas detenciones y más precintos de gasolineras en los próximos días, ya que se están analizando muestras procedentes de varias estaciones de servicio que han sido inspeccionadas para detectar la posible presencia de ese producto fraudulento.