Cheney teme que la economía de EE UU entre en recesión

El vicepresidente Dick Cheney ha confirmado los peores temores de los expertos: la economía de Estados Unidos puede encontrarse ya en un período de recesión. Durante el segundo trimestre de este año, la economía creció a un ritmo anual del 0,2% y durante el tercer trimestre no se han registrado signos evidente de recuperación.

En este contexto ya de por sí preocupante, el efecto de los atentados del pasado martes puede empujar definitivamente a la economía hacia un período de recesión.

Las aerolíneas estadounidenses reducen en un 20% sus vuelos y planean recortar sus plantillas

En respuesta a las preguntas de la cadena de televisión NBC sobre si el país se encuentra en guerra y en recesión, Cheney ha afirmado que "es muy posible, ciertamente estamos en guerra contra el terrorismo y no sabemos todavía cómo será el tercer trimestre".

No obstante, Cheney ha asegurado que confía plenamente en la recuperación, que podría comenzar de forma inmediata a finales de este año por la fortaleza de la economía del país.

En este sentido, el presidente de EE UU, George W. Bush, ha afirmado horas más tarde que tiene "plena confianza" en la fortaleza de la economía de su país.

Las bolsas europeas ya han acusado el efecto de los atentados, con fuertes desplomes en medio de la incertudumbre al estar cerrado desde el martes el primer referente mundial, Wall Street.

La bolsa de Nueva York reabrirá sus puertas mañana, lunes, en medio de serias dudas sobre el estado de los sistemas telefónicos y de comunicaciones informáticas, y ante las previsiones de los analistas de fortísimas bajas. El cierre forzoso del mercado, que se extendió durante seis días, es el más largo desde la I Guerra Mundial.

Las compañías aéreas, principales afectadas

De hecho, los brutales atentados del pasado martes empiezan a pasar factura a las compañías aéreas. El fuerte descenso en los viajes de avión ha provocado que las aerolíneas estadounidenses hayan comenzado a reducir sus vuelos y a recortar sus plantillas.

La cuarta y quinta compañía aérea del país, Northwest y Continental respectivamente, han han sido las primeras en anunciar los recortes. Tras reducir un 20% sus vuelos, Continental se ha visto forzada a a despedir a 12.000 de sus 56.000 trabajadores como "resultado directo" de los atentados. La compañía con sede en Houston (Texas) realiza unos 2.500 trayectos diarios.

Northwest ha asegurado que va recortar también en un 20% sus vuelos y que "revisará sus necesidades de personal". American Airlines aplicará cancelará el mismo porcentaje de sus vuelos.

Los nuevos requerimientos de seguridad aumentarán los costes operativos y financieros. Se calcula que las aerolíneas de EE UU han dejado de ingresar unos

10.000 millones de dólares por los aviones que han permanecido en tierra desde el pasado martes, aunque el veto ya fue levantado.

El Gobierno de EE UU ha informado de que el secretario de Transporte, Norman Mineta, se reunirá a comienzos de la próxima semana con ejecutivos del sector para estudiar la situación.

Las aerolíneas esperan recibir parte de los 40.000 millones de dólares que el Congreso ha aprobado como dotación extraordinaria para paliar las consecuencias de los ataques y preparar una respuesta armada.

Las compañías esperan 12.500 millones de dólares en garantías federales de préstamos y 2.500 millones de dólares en ayuda directa.

American Airlines y United Airlines, las compañías que perdieron dos aviones cada una en los atentados del martes pasado, temen ser objeto de demandas multimillonarias por parte de los familiares de las víctimas.