El triunfo 'kitsch' de Madonna
La reina del pop reclamó el domingo pasado su trono, ante la mirada de 115 millones de espectadores. Cuando apareció, en el intermedio de la Super Bowl, las expectativas eran muy altas. Al fin y al cabo se trataba de Madonna, la gran artista del show business. A sus 53 años, le dio una lección a todas las que han llegado después de ella, desde Kylie Minogue a Lady Gaga. Apareció sobre un remolque-escenario del que tiraban musculados soldados romanos, tapada por unas palmas doradas. Cuando se abrieron, al ritmo del sencillo Vogue, mitad Nefertiti y mitad Cleopatra, se transfiguró en la encarnación más kitsch de su carrera. Y triunfó.
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