Abandonarse a la pasión. Ocho relatos de amor y desamor
Narrativa. Abrí el libro con la natural prevención que un título como Abandonarse a la pasión inspiraría en cualquier persona alérgica a la hipérbole romántica. Como iba avisada, pues no es la primera vez que Acantilado escoge el título más cursi posible para una obra de Kawakami, comencé la lectura sin cautela y me encontré con un conjunto de relatos de mujeres narrados en primera persona, más cercanos a la descripción de la torpeza de las relaciones que a los arrebatos románticos de las novelas del XIX. Estos relatos, en su edición japonesa, son previos a las otras dos obras de esta misma autora publicados por Acantilado (El cielo es azul, la tierra blanca, 2009, y Algo que brilla como el mar, 2010) y en ellos se apuntan algunos de los elementos que configurarían la triste e incompleta relación del profesor y la treintañera de El cielo es azul, la tierra blanca. Vemos pasar ocho mujeres, algunas ellas sin nombre pero todas ellas varadas en relaciones suspendidas y decepcionantes, de felicidad en color sepia, y parecen haber llegado a las relaciones como parte de un plan vital basado en la nada. Algunas de ellas se ven involucradas en relaciones en las que a pesar de recibir órdenes o sufrir humillaciones encuentran una felicidad simplona en el mero hecho de estar acompañadas (como el relato 'Pobrecita') mientras otras, aparentemente torturadas por sus parejas, son, en realidad, seres torturados que con su incapacidad para la acción engullen en el agujero negro de su nada a los que las rodean, sean novios o tortugas (es el caso del relato 'El canto de la tortuga'). Al cerrar el libro, uno no puede dejar de tener la impresión de que hay poco de amor en estos relatos, como si los personajes y el propio país fueran incapaces de amar.
Abandonarse a la pasión. Ocho relatos de amor y desamor
Hiromi Kawakami
Traducción de Marina Bornas Montaña
Acantilado. Barcelona, 2011
128 páginas. 16 euros
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