Fugas en el ala centrista
Durante los dos últimos años, los mismos que Guillerme Vázquez lleva a los mandos del BNG, el Encontro Irmandiño ha amenzado en numerosas ocasiones con salir del frente de partidos. Y Beiras todavía no lo ha descartado. Pero no solo por el subsuelo de la izquierda del Bloque se mueve algo. También al otro lado, en ese incierto espacio político que va desde el centro izquierda al centro derecha, las aguas no están tranquilas.
"Hoy no lo vamos a hacer", explicaba ayer a este periódico el exsenador Xosé Manuel Pérez Bouza, "pero me temo que si el BNG continúa siendo un partido comunista, no tendremos sitio ahí". La primera persona del plural no hace referencia a nadie en concreto, pero Pérez Bouza admite contactos con la exconselleira Teresa Táboas "y con muchos otros descontentos". Entre ellos se puede contar al ex secretario general de Vicepresidencia de la Xunta, Xoán Antón Pérez Lema, que, tras participar en la Asemblea del fin de semana, publicó un artículo en El Correo Gallego bajo el título O BNG xa non é a casa común dos galeguistas. "Es difícil trabajar con los mismos sectores militantes que ayer", escribió, "silbaban a la delegación de Convergència Democrática de Catalunya y homenajeaban a la delegación del Partido Comunista Portugués".
Muchos militantes decepcionados con el resultado del cónclave, favorable a las tesis de la UPG, no dejaban de proclamar, a las puertas de Amio, su intención de abandonar la organización. Ayer, algunos afiliados de base con relevancia pública anunciaron su baja: el escritor Marcelino Fernández Mallo y el sociolingüista y secretario del Consello da Cultura Galega, Henrique Monteagudo.
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