Burbuja antidepresiva
El pasado octubre, un club irrumpía en el barrio madrileño de Justicia con vocación de afterwork. Un local donde linkear a profesionales guapos y liberales de la moda, el arte, la comunicación, o a yuppies 2.0 que quisieran liberar tensiones de oficina y celebrar esos escasos apretones de manos que cierran negocios realmente importantes.
Pero la eclosión ruidosa de este nombre en el panorama tiene fecha exacta: la noche en que se celebraron los premios de moda que concede la revista Marie Claire y de los que Maculato era afterparty. Aquí se dieron cita desde la actriz Tilda Swinton hasta la musa de la moda internacional Daphne Guiness, el diseñador Haider Ackermann y otros ilustres invitados cuyo estado de desfase permitió abandonar con suficiente dignidad la cena que se celebró en la embajada de Francia.
RECOMENDADO PARA 'champanadictos'. Además, su próximo golpe de efecto es una 'happy hour' con picoteo breve y selecto.
NO VENGAS SI...odias el guatiné. Los azulejos del baño te hacen sentir dentro de un bolso 2.55 de Chanel o una 'panic room' de la López Ibor
El boca oreja ha hecho el resto. Este local justo en metros cuadrados se ha consagrado como un templo con vocación de quedarse a implorar la magia de las poderosas burbujas de champán que escapan de las copas de helado en que se sirven (como es de ley), y que actúan como antidepresivo eficaz en este siglo convulso. Recrea un art déco de pastiche ideado por los anfitriones, que con lámparas de cristal de los años ochenta, una moqueta de flores resto de otra idéntica del mítico Hotel Reconquista de Oviedo y una enorme bola de discoteca han conseguido un ambiente cambiante según la iluminación que adopte.
El resultado no es que te haga sentir como en casa, es que te hace desear tener una casa así. Dos puntos importantes: uno, cuentan con una salida discreta y de emergencia que da a un patio de carruajes y es ideal para desalojar a los muy perjudicados o a alguna infanta que aparezca; y dos, tienen cargador de iPhone, un sumapuntos en la hostelería de nuestros días. |
Babelia
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