La Unión Africana lanza una ofensiva sobre Mogadiscio
Las fuerzas de paz tratan de expulsar a la milicia islamista Al Shabab
Mogadiscio no descansa. La ciudad amaneció ayer con el sonido de los tanques y la artillería de Amisom, las tropas de paz de la Unión Africana (UA), que junto a unidades del Ejército somalí avanzaban hacia el norte de la capital para expulsar a la milicia islamista rebelde Al Shabab.
Amisom, que cuenta con unos 10.000 soldados de Uganda, Burundi y Yibuti, y tropas leales al Gobierno somalí llevan casi cinco años enfrentados a Al Shabab, que aún controla gran parte del sur y el centro de Somalia.
Al Shabab pretende establecer un régimen islámico basado en una interpretación muy estricta de la sharía, y las organizaciones internacionales la acusan de haber agravado la hambruna en Somalia al no permitir la entrega de ayuda humanitaria.
"Es la primera vez que se ha podido asegurar un área fuera de la ciudad, lo que nos permitirá defender el área urbana de Mogadiscio desde el exterior", señaló en un comunicado el teniente coronel Paddy Ankunda, portavoz de Amisom.Desde agosto, cuando Al Shabab anunció que se retiraba de sus posiciones en la capital, Amisom y las tropas gubernamentales habían pasado a controlar casi la totalidad de Mogadiscio, aunque aún son constantes los atentados con explosivos improvisados y granadas y esporádicos los tiroteos.
La mala preparación de las tropas somalíes es uno de los problemas que tienen la fuerza de paz de la UA y las milicias leales al Gobierno para expandir su área de control. Unos 3.000 soldados del Gobierno llevan cuatro meses sin recibir su salario, según confirmó ayer en Mogadiscio el general Nathan Mugisha, comandante en jefe de Amisom. Hace unos días, varios soldados abandonaron sus posiciones por este motivo. La Unión Africana paga a estos soldados con fondos donados por Italia, pero Mugisha señaló que aún no habían recibido el dinero para pagar a los soldados somalíes.
Al Shabab tiene otros dos frentes abiertos además de Mogadiscio. Tropas de Kenia entraron en Somalia en octubre tras acusar a esta milicia de varios ataques en suelo keniano, incluyendo el secuestro de las españolas Blanca Thiebaut y Montserrat Serra y el de otras ciudadanas europeas. El objetivo de los kenianos es la ciudad portuaria de Kismayo, en el sur de Somalia y principal bastión de la milicia islamista. Además, tropas etíopes se introdujeron en Somalia en diciembre y ya controlan partes de la zona fronteriza.
Pese al acoso, los islamistas envían comunicados en los que alardean de victorias y tienen una cuenta en Twitter, desde donde envían mensajes en un inglés impecable y con un particular sentido del humor.
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