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Declara 18 años después la mujer que halló los cadáveres de O Ceao

Isabel López no olvidará nunca el sábado 30 de abril de 1994, cuando iba a buscar a su hermana, cajera en el almacén mayorista del Cash Record, en el polígono industrial de O Ceao (Lugo), y se topó en la nave con los cadáveres de Elena y de su compañero Esteban, reponedor en la empresa. Ayer, casi 18 años después de aquel día, declaró por primera vez en el juzgado de instrucción número 1 de la ciudad para detallar lo que allí encontró.

"He estado intentando recordar, pero se ha perdido mucho tiempo", se lamentaba la hermana de una de las víctimas de este crimen sin resolver antes de entrar en el despacho del juez. "Yo siempre iba a buscar a mi hermana los fines de semana. Iba con mis sobrinos". Cuando encontró los cadáveres eran, recuerda, entre las siete y media y las ocho de la tarde.

Tras declarar durante tres cuartos de hora ante el juez, Isabel entró en detalles. "Les he contado que cuando entré en el parking interior vi una sombra. Solo llegué a la mitad por miedo o porque los dos niños estaban fuera y me estaban llamando. Supongo que si hubiera entrado más adentro, nos hubieran matado a nosotros también", rememoró. Después, ya con su marido, certificó que su hermana y su compañero estaban muertos. Isabel López considera que la investigación del crimen fue "extraña" porque la policía no halló huellas y las suyas al menos "tenían que estar, desde luego". Su marido tomó el pulso a los cuerpos de Elena y Esteban, que habían sido cosidos a balazos.

Encubrimiento

A Isabel López ya se la conoce en Lugo como la "hermana coraje". Llegó a protagonizar una huelga de hambre y convocar una manifestación para que se activara de nuevo el caso. Sobre las incógnitas alrededor del crimen tiene su propia teoría, que ayer trasladó al juez: "Creo que se está encubriendo a alguien que está relacionado o bien con alguien de la empresa o de la Guardia Civil, porque en el sumario aparece que el arma fue como la que usaba la Guardia Civil hasta hace cinco años".

La hermana de la víctima cree que el móvil tiene que ver con la droga. "Creo que algún familiar de alguien importante que puede estar metido en el mundo de la droga sabía que había dinero allí. Aquel día habían acumulado cinco millones de pesetas de días anteriores. Creo que el móvil fue el robo y que [las víctimas] los conocían. La puerta la abrieron ellos".

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