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Los vecinos de una urbanización de La Vila Joiosa se quedan sin luz

El Ayuntamiento no les da licencia de ocupación y no pueden tener contador

Unos 70 vecinos de la urbanización Montiboli de La Vila Joiosa llevan sin luz desde principios de la semana pasada. Y lo peor es que no la pueden conseguir. Pueden empadronarse en sus casas, pagan el correspondiente IBI, pero el Ayuntamiento no les da la licencia de ocupación que les permita tener contador propio de luz y agua. Los primeros que se instalaron allí llevan más de una década con el suministro eléctrico y el agua de la obra. Hasta que su propietario ha dejado de pagar.

El Consistorio sigue concediendo licencias de obra en una zona donde luego no podrá entregar las cédulas de habitabilidad. El suelo forma parte de un plan parcial que fue adjudicado poco después de aprobarse la LRAU en 1994. Sin embargo, las calles siguen sin urbanizar y en algunas partes el paisaje es más propio de los años 70 del siglo pasado.

El suministro venía de un auxiliar de obra que quedó sin servicio por impago

El anterior agente urbanizador, que también es promotor y constructor de algunas fases de la urbanización, debía 12.000 euros del consumo del contador de la obra del que chupaban las viviendas. Iberdrola cortó la luz, pero no puede dar altas. Se produce, además, la paradoja de que algunas de las torres de media tensión que transportan electricidad a los hoteles Eurotennis y Montiboli están ubicadas dentro de parcelas privadas.

En 1996 fue designado agente urbanizador Entorno Inmobiliario, SL, que cuatro meses después subrogó esta condición a Rancallosa, SL, quien finalmente firmó un convenio con el Ayuntamiento, resuelto en abril de 2004 para que el sector pasara a ser gestionado directamente por el Consistorio. Pero hasta 2008 no se aprobó un Plan de Reforma Interior de la urbanización, para modificar la ordenación pormenorizada prevista en el Plan General.

En todo ese tiempo han crecido sin planificación en el sector unas 500 viviendas. El actual Gobierno del PP asegura que los vecinos están residiendo en sus viviendas por su cuenta y riesgo y que están haciendo gestiones para que puedan disponer de contadores eléctricos individuales, ya que ahora no tienen ni la luz de obra con la que han tenido que soportar roturas de electrodomésticos o el cambio de bombillas cada dos meses por las subidas y bajadas de tensión.

Los vecinos afectados siguen sin disponer de una asociación. Uno de ellos, refiriéndose al Ayuntamiento, dice: "nos reciben con buenas palabras, nos dan un nuevo plazo y no se hace nada". La presidenta de una pequeña comunidad de una decena de propietarios, Vicenta Llorca, asegura que no tienen "ni los planos de instalación de la luz y el agua". Desde la Concejalía de Urbanismo confirman que no disponen de presupuesto para afrontar las obras, pero otro ciudadano británico compró el año pasado un pareado usado por 450.000 euros. Fue a preguntar al Ayuntamiento y le dijeron que comprara, que no tendría ningún problema. "Aquí es todo provisional", dice Juani. Y ya vive allí 10 años.

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