_
_
_
_
Entrevista:ALMUERZO CON... BLAKE KERR

"En Tíbet murió gente en mis brazos"

Llegó a Madrid en diciembre con 25 kilos de documentos metidos en una mochila y volvió a Nueva York a los tres días sin ellos. Son pruebas para un juicio contra el expresidente chino Jiang Zemin, el exprimer ministro Li Peng y otros seis mandatarios de la República Popular China que se está instruyendo en la Audiencia Nacional. Blake Kerr es uno de los testigos clave.

El médico estadounidense no ha dedicado 30 años de su vida a la defensa de Tíbet porque quedara enamorado de las cumbres nevadas, sino porque presenció las atrocidades que se estaban cometiendo allí. Acababa de terminar Medicina, tenía 29 años y quiso escalar el Everest. Su vida cambió en ese viaje. Se dijo: "OK, tengo un nuevo trabajo". Se refería a la defensa de los derechos humanos de los tibetanos.

Cervecería Santa Bárbara. Madrid

- Ensalada verde: 6 euros.

- Surtido de ibéricos: 22,80.

- Surtido de croquetas: 9.

- Dos cervezas: 7.

Total: 44,80 euros.

El médico de EE UU es testigo de cargo en un juicio contra China en España

Era 1987 y fue testigo de la violencia con la que China respondía a las manifestaciones de los monjes. "La primera vez que fui no había demasiados chinos en Tíbet, pero la última vez que estuve en Lhasa [la capital] se había llenado de locales como karaokes, restaurantes... Había mucha presencia militar", comenta el médico mientras picotea ligeramente la degustación de ibéricos.

El relato de lo que vivió las tres veces que estuvo en Tíbet en 1991, 1993 y 1999 no le deja casi probar bocado. "Murió gente en mis brazos", asegura. En aquellas primeras revueltas, trató de atender a los monjes heridos que evitaban los hospitales por miedo a ser detenidos. "Disparaban a discreción contra niños, mujeres...".

A la vuelta de su viaje, decidió denunciar lo que había presenciado. Llegó al Congreso de EE UU. "No le dieron credibilidad a los testimonios porque procedían únicamente de los refugiados", se lamenta. Bebe un trago de cerveza y prosigue: "Decidí volver en secreto para recabar pruebas".

En ese tiempo, asegura haber conocido 144 casos de tibetanas que fueron esterilizadas sin consentimiento, otros 130 abortos forzados y ocho infanticidios. "Como minoría étnica no podían tener más de dos hijos y, si se pasaban, les ponían inyecciones letales a los fetos y esterilizaban a las mujeres; también les embargaban el sueldo", denuncia Kerr. Asegura que todo lo tiene debidamente documentado. Se entrevistó con médicos y personal de los hospitales que le contaban sin tapujos la política de control de natalidad impuesta por China. Con la excusa del doctor que compara y comparte experiencias, consiguió grabar en cámara oculta estos testimonios que ahora fundamentan la querella interpuesta por la ONG Comité de Apoyo al Tíbet y que instruye el juez Ismael Moreno en la Audiencia Nacional.

Sus declaraciones y las pruebas recogidas han servido para denunciar el genocidio del pueblo tibetano en la modalidad de reducción del número de población. "Los monjes tenían miedo de que China les tragase", añade. Las entrevistas que grabó en secreto demuestran también que el gigante chino realizaba una política eugenésica para perfeccionar a los ciudadanos. "Esterilizaban a las mujeres que, según ellos, tenían un retraso mental. ¿Y sabe cómo determinaban la supuesta discapacidad? Dependiendo de si sabían hablar chino o no", afirma con incredulidad.

Blake Kerr lleva 30 años documentando la represión de los tibetanos por China.
Blake Kerr lleva 30 años documentando la represión de los tibetanos por China.LUIS SEVILLANO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_