Feijóo reclama un sistema de financiación que no prime a las comunidades más ricas

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, no solo no retirará los recursos judiciales que ha presentado contra el reparto de fondos del Gobierno de Zapatero sino que ayer se mostró partidario, al igual que hizo la víspera el presidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, de modificar el actual sistema de financiación autonómica, "insolidario, injusto y que da más a los que más tienen". Su intención es revisar el modelo aprobado por el Ejecutivo socialista en julio de 2009 con la abstención de Galicia, que desde entonces no ha dejado de criticarlo porque en su opinión prima a las comunidades más ricas: Cataluña y Madrid.

Aunque Feijóo comparte con Fabra la necesidad de modificar el modelo, en su reclamación pretenden ir de la mano de Asturias y Castilla y León para que el reparto de fondos del Gobierno prime la dispersión de población, que encarece el coste de los servicios, además de pedir que se recupere el fondo de suficiencia pensado para que las comunidades con mayor crecimiento aporten a las más pobres. Sentadas esas bases, el presidente gallego quiso refrendar su compromiso con la contención del déficit. Su comunidad y Madrid fueron las únicas que cumplieron con el límite legal en 2009 y 2010, pero subrayó que la deuda de las autonomías proviene de leyes del Estado que cargaron sobre las comunidades gastos ocasionales y pidió al Gobierno cambiar esas normativas.

El vicepresidente de Madrid, Ignacio González (PP), refrendó también ayer el compromiso de su Ejecutivo con la estabilidad presupuestaria y defendió que "solo se saldrá de la crisis con un control común del gasto". La misma tesis que expuso el miércoles el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en su encuentro con las comunidades del PP, para allanar el camino del Consejo de Política Fiscal y Financiera que se celebrará la semana próxima. Idéntica posición favorable a que el Gobierno controle el déficit de las autonomías expresaron ayer los consejeros de Cantabria y Extremadura, ambos del PP.

La Junta de Andalucía, a través de su consejero Antonio Ávila, recordó que las reuniones entre Gobierno y comunidades deben ser globales y lamentó que a la del miércoles solo fueron invitados cargos populares. El Gabinete de Canarias aplaudió que el Ejecutivo haya desistido de su idea de hacer un control previo de los presupuestos autonómicos.