Novagalicia prepara un plan para forzar despidos en Vigo y A Coruña

Novagalicia Banco (NGB) estudia su siguiente paso para restar ceros a los gastos de explotación por el lado de la plantilla. Es, según la entidad nacionalizada, una medida necesaria para ganar eficiencia. "Se está estudiando otra fórmula [alternativa al plan en vigor de bajas voluntarias incentivadas] que puede conllevar el planteamiento de un ERE", reconoce NGB, que sin embargo no adelanta ningún número. Los sindicatos, que serán convocados en las próximas semanas por la dirección, lo dan por hecho pero prefieren no ponerse la venda antes de la herida. "No vamos a aceptarlo", repiten los portavoces de Comisiones, CSICA, UGT y CIG.

El fracaso del plan de bajas incentivadas en vigor, firmado el pasado verano y ratificado por el banco, es evidente. De un objetivo máximo de 350 salidas se han cubierto alrededor de 30, menos del 10%. Quedarían, en función de esos objetivos, más de 300 salidas pendientes. Eso pese a que las condiciones son jugosas en los tiempos que corren: indemnizaciones de 45 días por año hasta un máximo de 42 mensualidades y ciertas ventajas fiscales. Directivos como la exresponsable de la cartera de empresas, María Victoria Vázquez, han abrazado esta posibilidad para extinguir su contrato con el banco, lo que, según fuentes sindicales, le habría reportado más de dos millones de euros de indemnización. "Otros cargos intermedios han hecho lo mismo ante el temor de perder cientos de miles de euros con un ERE al uso", reflexionan desde las centrales. Los que se adelantan a los futuros despidos recelan de que una vuelta de tuerca les imponga condiciones mínimas, como indemnizaciones de 20 días por año trabajado con un límite de 24 meses.

El plan de bajas voluntarias no ha cubierto ni el 10% de su objetivo

En el banco hay más de 200 personas con contratos temporales

CIG está haciendo cálculos para presentar como alternativa al ERE un nuevo programa de prejubilaciones al que se puedan apuntar las personas que no entraron en la primera oleada que provocó 1.200 bajas. "Podrían adherirse aquellos que ahora cumplen 56 años y los que ya tienen 55", señala Clodomiro Montero. Pero fuentes de Novagalicia descartan esta opción por su elevado coste en un momento en que la entidad mantiene su solvencia gracias a la inyección del capital público.

Desde CCOO, el sindicato mayoritario, Luís Mariño recuerda que el ERE de adscripción voluntaria tiene todavía por delante un año de vigencia, y "no se puede presentar otro con el mismo objetivo". Y ese objetivo es desmantelar parte de la plantilla en los servicios centrales (ubicados en Vigo y A Coruña) y en la red de oficinas de fuera de Galicia.

La situación contrasta con la que se vive en las sucursales gallegas, a menudo colapsadas. "Estamos encontrándonos escenas desesperantes", resume José Ramón del Pliego, de UGT. Se refiere a que cada vez son más los clientes que pagan su enfado por las colas con los encargados de atender al público.

Otro argumento del comité de empresa contra nuevos recortes está en el hecho de que en el banco hay más de 200 personas con contratos temporales que están cubriendo las bajas de las prejubilaciones. "No hay un planteamiento serio detrás, con objetivos claros de futuro", resume Del Pliego, que recuerda que, además, otras cien personas han extinguido sus contratos por bajas naturales en el último año y medio, dejando el cuadro de trabajadores en menos de 6.300 personas. "Nuestro único objetivo es preservar el empleo, no estamos dispuestos a aceptar que se nos imponga nada", resume desde CSICA Carlos Peso.

En el plano político, tampoco el PP parece dispuesto a aceptar la insistente petición de los socialistas para abrir una comisión de investigación sobre NGB. La portavoz de Facenda del PSdeG, María José Caride, la volvió a pedir ayer para "que se depuren responsabilidades sobre la desaparición de la caja gallega". Los socialistas reclaman la presencia "del regulador, del Gobierno gallego y las cajas para dar cuenta del pago de indemnizaciones millonarias".