Hacienda respeta la autonomía de las comunidades pero amenaza con sanciones
Valencia reclama un modelo de financiación que iguale sus ingresos a la media
Cristóbal Montoro necesita lanzar un mensaje de que será capaz de controlar el déficit de las autonomías, al contrario de lo que ha sucedido en 2011, cuando se ha desbocado 15.000 millones por encima de lo previsto. Pero a la vez quiere evitar problemas políticos, especialmente con Cataluña. Por eso ayer el ministro de Hacienda, tras reunirse con todos los consejeros del PP para preparar el Consejo de Política Fiscal de la próxima semana, elaboró un comunicado en el que señala "el pleno respeto del PP a la autonomía económica, política y financiera de las comunidades, desde el convencimiento de que un Estado descentralizado no tiene por qué ser despilfarrador y generador de déficit", lo que sería una matización al ministro de Economía, Luis de Guindos. Pero, a la vez, Montoro les dijo a los consejeros, según el comunicado de la reunión, que deben cumplir el objetivo de déficit y que habrá sanciones para quien no lo haga, que podrían incluir la congelación o la reducción de aportaciones del Estado. Montoro ha compartido así las líneas generales de la posición que llevará al Consejo de Política Fiscal con los consejeros de su partido, y ahora hablará con los demás.
El Consejo, en cualquier caso, será complicado. Muchas comunidades, también las del PP, piden más dinero al Estado y Montoro lo que les plantea es lo contrario, más recortes.
El presidente valenciano Alberto Fabra anunció ayer que exigirá en el Consejo un nuevo modelo de financiación que permita a la Comunidad Valenciana obtener unos ingresos per cápita iguales, como mínimo, a la media estatal. "Es necesario un nuevo sistema que tenga en cuenta la cifra de población", arguyó el presidente valenciano.
