Los "rebeldes" del PP, ausentes en la marcha contra la basurera de O Irixo
La manifestación desbordó las previsiones y congregó a miles de personas
La revuelta popular en O Irixo contra la basurera se agranda. Ayer, una manifestación ("Marcha pacífica", para la organización) reunió a 2.500 personas según la Guardia Civil y 5.000 según los convocantes. Vecinos de varios municipios, políticos, sindicatos, plataformas vecinales de otros ayuntamientos o asociaciones ecologistas tomaron las calles de este municipio ourensano de 1.700 habitantes, desbordando las previsiones iniciales. Cientos de coches abarrotaron varios kilómetros de cunetas y la mayoría de asistentes no pudieron acceder a la reducida plaza del ayuntamiento, donde el escritor, Luis González Tosar (orihundo de la zona) leyó un duro manifiesto defendiendo los intereses de la comarca. La manifestación pasó ante de la casa del alcalde, el baltarista Manuel Penedo. A pesar de los insistentes gritos clamando su presencia, nadie respondió. Muchos vecinos apuntaban a que el regidor había abandonado el municipio todo el fin de semana.
El alcalde popular de O Carballiño evitó aparecer entre los manifestantes
Entre la nutrida asistencia de cargos institucionales, de PSOE y BNG, no estaban los alcaldes del PP de O Carballiño, Lalín o Dozón, que públicamente y a través de mociones en sus ayuntamientos pidieron a la Xunta que paralice el proyecto y reconsidere la ubicación. El portavoz de la coordinadora de O Irixo, Alberto González, lo tiene claro: "no la van a hacer". Cree que los responsables del proyecto no se esperaban una "respuesta vecinal tan contundente". "Era evidente que habría oposición política, pero no tenían claro que los vecinos respondiesen de esta forma", dice convencido.
La convocatoria de ayer fue la primera gran movilización contra la incineradora. Reunió a las tres grandes plataformas vecinales (O Irixo, O Carballiño y Deza) que encabezan todo tipo de acciones. Fue la primera gran concentración, pero no será la última. La coordinadora vecinal de O Carballiño ya convocó otra manifestación en la Plaza Mayor para el día 29.
El proyecto ha provocado un cisma en el PP. El alcalde de Carballiño, Argimiro Marnotes, ha roto la disciplina de partido y se ha unido al discurso contrario a la basurera. El último pleno municipal, además de aprobar una durísima moción contra la incineradora, instó a la Diputación a que celebre un pleno para reconsiderar la postura. El PP se unió a PSOE y BNG para rechazar unánimemente un basurero que, según el regidor carballinés, "tendrá importantes repercusiones medioambientales, económicas y sanitarias para la comarca". Su opinión choca frontalmente con la de Baltar, que calificó de "demagogos" a todos los que lo criticaban. Para María Quintas, secretaria de organización del PSOE ourensano, los populares juegan a dos bandas: "aprueban mociones contra la planta en los plenos, pero mienten: ninguno de sus cargos está aquí apoyando a los vecinos".
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