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Reportaje:

Tres hermanas y un señor dramaturgo

La sala Atrium ultima el estreno de una versión de Sanchis Sinisterra del clásico de Chéjov - El autor valenciano lleva a la Beckett dos obras de Cortázar

Jacinto Antón

José Sanchis Sinisterra está de moda en Barcelona. Mientras en el teatro Almería se representa una interesante versión de su ¡Ay, Carmela! dirigida por Víctor Álvaro y en la sala Beckett desembarca el martes Cronopios rotos: variaciones sobre Cortázar, una dramaturgia suya dirigida por él mismo sobre dos relatos (Torito y Grafiti) del autor de Rayuela, en otra sala, Atrium, ultiman el montaje de una creación del dramaturgo valenciano a partir de Las tres hermanas, de Chéjov. Esta versión sui géneris del clásico, bautizada Les tres germanes (variacions sobre Txèkhov), tendrá su estreno en la sala barcelonesa con dirección de Raimon Molins y un reparto compuesto por Patricia Mendoza (Irina), Mireia Trias (Masha) y Matilda Espluga (Olga). En esta adaptación solo salen las chicas Prozorov y nadie más, que ya es recorte.

El escritor y director está de moda en Barcelona, con tres obras
Su versión de 'Las tres hermanas' deconstruye el original

José Sanchis -ya no quiere que le llamen Pepe porque a partir de la victoria del PP le parece "obsceno"- ríe al decirle cuánto cariño les tengo a las tres hermanas desde que hice de ayudante de dirección en el montaje de Lluís Pasqual (Teatre Lliure, 1978). "Pues esta no vayas a verla, porque lo que he hecho con ella es un verdadero deconstructing Chéjov, que es el subtítulo que quería que le pusieran. Es un experimento, como el Cortázar de la Beckett. Ya sabes que yo no sé escribir normal".

Le pregunto si la práctica coincidencia de tres obras en la cartelera (Ay Carmela! está hasta el día 29, Cronopios rotos hasta el 15 y Les tres germanes se estrena el 26) significa algo así como el retorno del hijo pródigo. "Bueno", responde el padre de El Teatro Fronterizo y la sala Beckett, "en el espacio alternativo de Barcelona no he dejado nunca de estar; donde no me podías encontrar era en el Teatre Nacional de Belbel, el Lliure de Rigola o el Romea de Bieito, ahí no he estado todos estos años". Explica que estrena en Atrium por la sintonía con Molins, al que tiene en gran aprecio.

Su versión de Las tres hermanas nació, curiosamente, de un coscorrón a Chéjov: Sanchis utilizaba el inicio de la obra en sus talleres de dramaturgia como ejemplo de cómo no se debía escribir teatro (!). "Al hablar de la manera en que se debe suministrar información para poner en antecedentes al público sin que se note, les decía que el arranque de Las tres hermanas es nefasto, con el monólogo de Olga explicándoles a las otras dos todo de una manera tan burda que es de risa. En fin, observa, "incluso un gran maestro como Chéjov puede tener una mala tarde...".

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El dramaturgo empezó a trabajar en la idea de una deconstrucción de la obra, con repeticiones y variaciones, y creó su versión, que recoge lo esencial del original y echa mano de las estrategias y los juegos de narraturgia que le son tan propios y queridos. Así, las hermanas explican lo que hacen y dicen los otros personajes, y en el cuarto acto incluso verbalizan las acotaciones. "Es una aventura y admiro el valor de Raimon y su equipo, que no se han arredrado ante ella".

Sanchis Sinisterra recalca que, a pesar de su crítica al arranque de la obra y la deconstrucción a que la somete, guarda "una admiración incondicional por Chéjov". Ello no ha sido óbice para que haya introducido alguna broma culta en su texto, basándoe en lo que le recomendaba el propio Chéjov a su mujer, actriz e intérprete del personaje de Masha. Como viejo brechtiano nunca muere, Sanchis aprovecha para apuntar que Chéjov se metía mucho con Stanislavski... Y recalca que en Las tres hermanas hay mucho humor "que no hay por qué obviar".

De las tres, la hermana favorita del dramaturgo es Masha: "Es la más valiente, la que se atreve a transgredir" (y de paso poner cuernos). "Las otras dos son pasivas". No sé cómo, de repente estamos hablando de Kafka, y Sanchis -que ha llevado sus obras a escena- se retuerce las manos pensando en las cuatro misteriosas cajas que se conservan sin abrir con pertenencias del autor de La metamorfosis. "¿Sabes que antes de morir ¡quemó una obra de teatro!?", gime. Como veo que se ha puesto de ánimo sombrío, le pregunto qué opina de la crisis. "Me pregunto hasta qué punto hay detrás una maniobra para atenazar a los ciudadanos con la incertidumbre, encadenarlos a la pasividad y la resignación". No obstante, avizora gérmenes de cambio y ha puesto su atención de dramaturgo en el fenómeno de los indignados y las plazas, estudiando a la vez la recuperación de viejas formas juglarescas de teatro con contenido político...

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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