Las medidas del Gobierno no logran calmar el castigo de los inversores
La prima de riesgo de España toca los 381 puntos básicos y la Bolsa sufre la mayor caída en tres semanas arrastrada por la crisis bancaria
Soraya Sáenz de Santamaría comenzó a hablar ante la prensa cerca de las tres de la tarde para dar cuenta de las decisiones que acababa de tomar el tercer Consejo de Ministros del nuevo Gobierno de España. A esa misma hora, la prima de riesgo de la deuda pública -que es el sobreprecio que se paga por los bonos a 10 años respecto a la referencia de los alemanes- comenzó una escalada en la que llegó a tocar los 381 puntos básicos (o 3,8 puntos porcentuales), si bien luego moderó el tirón hasta los 377 puntos, 26 más que la jornada anterior, la mayor subida en casi un mes. La crisis de Hungría y las dudas bancarias también cargaron las tintas en Europa y lastraron las Bolsas.
A los inversores no les calman las medidas que ha anunciado el nuevo Ejecutivo del PP. Puede más el nerviosismo que provoca el desvío del objetivo de déficit público de 2011, que quedará en torno al 8%, dos por encima de lo estipulado, y las alarmas que ha encendido la angustia financiera de la Comunidad Valenciana, primera región de la que ha trascendido que ha necesitado el apoyo del Estado para hacer frente al vencimiento de una deuda.
La brecha del riesgo entre España e Italia se reduce 60 puntos en una semana
El euro toca respecto al dólar su mínima cotización en 16 meses
Al mercado no le gustan los depende, los ya se verá o las ambigüedades. La prima de riesgo española, ese concepto económico de consumo tan habitual desde que comenzó la crisis de deuda soberana y que sirve para medir la credibilidad de un país como pagador, se situaba en unos 305 puntos cuando Mariano Rajoy juraba su cargo con una mano sobre la Biblia y otra sobre la Constitución. Pero, a partir de ahí, no ha dejado de subir y ha estrechado la diferencia con la maltrecha Italia, que ayer cerró con un sobreprecio de 522 puntos básicos. La brecha entre una y otra se ha reducido en casi 60 puntos en solo una semana. Los bonos españoles a 10 años pagan un interés del 5,5% y los italianos un 7%.
No hay un único motivo. El mercado también se exaltó ayer con la confirmación de que la Seguridad Social cerró 2011 con déficit por primera vez desde 1999, con seis centésimas. "A partir del último dato de paro y este déficit la deuda se ha comportado peor que el resto", apunta Iván San Félix, de Renta 4. Y ayer no sirvió de contrapeso el anuncio de Santamaría de un plan contra el fraude fiscal que sigue las líneas del anterior. La vicepresidenta habló de un objetivo de recaudación de 8.161 millones de euros, unos 1.000 millones menos que la anterior campaña.
Esta fue toda la novedad que el Gobierno añadió a su plan antidéficit, tras los recortes y subidas de impuestos anunciados el 30 de diciembre. Y esas medidas también suscitan dudas. "Los inversores se preguntan qué pasará con el crecimiento", advierte el analista Juan Ignacio Crespo. Los mercados piden mano dura pero dudan de sus efectos. No son fáciles de contentar.
"Con el desvío de déficit público y los riesgos de la Comunidad Valenciana hay más que suficiente para motivar la subida del riesgo país, pero además se añade el final de la habitual tregua navideña y los nuevos elementos del sector bancario", apunta Crespo.
La banca europea sigue sumergida en su mar de dudas y la española conoció a última hora del miércoles sus nuevas necesidades de financiación. "Y aún no se conoce nada de la reforma financiera", apunta San Félix. El ministro de Economía, Luis de Guindos, cifró en cerca de 50.000 millones las provisiones que necesita el sector para sanear sus activos inmobiliarios al de mercado, lo que equivale a algo más que un 4% del PIB.
Los dos grandes bancos españoles, el Santander y el BBVA, bajaron ayer en Bolsa un 4,5% y 5%, respectivamente, lo que arrastró al Ibex 35 a un descalabro del 2,94%, el mayor desde el 12 de diciembre, que deja al índice por debajo de los 8.400 puntos. El Popular también se dejó un 5,5%, y Bankinter el 5,13%.
El conjunto del sector en Europa también se duele de las dudas sobre la solvencia y la mala noticia del italiano Unicredit, que dio un descuento del 43% en su ampliación de capital. Todas las grandes Bolsas europeas bajaron en una jornada en las que también cargó las tintas el riesgo de bancarrota en Hungría. Solo Milán sufrió una caída superior a la española y perdió el 3,65%, París bajó un 1,53%, Francfort un 0,25% y Londres el 0,78%. El euro a tocó su mínimo frente al dólar en más de un año y se cambiaba ayer a 1,27 billetes verdes.
Pese a lo complicado del entorno, España ha superado con éxito las últimas subastas de deuda. El próximo examen será en una semana. El Tesoro Público anunció ayer tres emisiones de bonos para el próximo 12 de enero, uno nuevo a tres años y otros dos pagaderos en abril y octubre de 2016. El órgano no cifró ayer los objetivos de recaudación, pero el resultado servirá para valorar de nuevo la confianza que tienen los inversores en los planes del Ejecutivo.
El presidente, Mariano Rajoy, prevé dar explicaciones sobre las medidas en febrero, en el Congreso, más de un mes después de tomar el mando. Los mercados son más impacientes.
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