Las medidas tributarias de Rajoy obligan a resituarse a las Diputaciones

"Las medidas de Rajoy son necesarias". El consejero de Economía, Carlos Aguirre, ya dejó claro ayer, durante una entrevista concedida a EL PAÍS, que el Gobierno vasco comparte las ambiciosas exigencias tributarias planteadas por el nuevo Ejecutivo central del PP. Pero su aplicación en Euskadi depende de las tres Diputaciones, a las que el anuncio del presidente las ha pillado con el pie cambiado. "Aún no se ha decidido nada. Estamos analizando la posible repercusión que tendrían esas propuestas en nuestro caso", admitieron desde la institución foral vizcaína. La precaria situación económica, sin embargo, apunta a un endurecimiento impositivo también en el País Vasco.

La subida de impuestos planteada el viernes por Rajoy para hacer frente al déficit del país, con el IRPF como icono, ha superado con amplitud los cambios fiscales que en las últimas semanas han aprobado, aunque en un escenario marcado por la desarmonización, las tres Diputaciones vascas. Hasta el punto de que la aplicación de las tasas propuestas por el Gobierno central en la comunidad autónoma se podría traducir en una recaudación extraordinaria de 550 millones de euros, según las primeras estimaciones. Una previsión alejada de la realidad, sin embargo, ya que no se espera una adaptación uniforme por parte de las instituciones forales.

El PP vasco sostiene que en Euskadi es "innecesario" reformular el IRPF

Garitano dice que no variará su política "según lo que se haga en España"

Las medidas de Rajoy, de hecho, chocan con los discursos que se han mantenido desde los tres territorios vascos. En especial, con los que han sostenido el PNV al frente de la Diputación vizcaína y el propio PP en Álava, reacios de inicio a una subida de impuestos que al final se han visto obligados a aplicar, aunque suavizada, en sus respectivas Haciendas forales. Sin entrar en un detalle pormenorizado sobre las tasas, los populares vascos se defendieron ayer al considerar "innecesaria" una reformulación concreta del IRPF en Euskadi, ya que la presión fiscal sobre la clase media es "similar" a la vigente en el resto de España. "La reforma solo establece diferencias en el caso de las rentas más altas", consideró su portavoz, Antón Damborenea, en declaraciones a Vasco Press.

Más en consonancia están las pretensiones de un PSE que, sin embargo, no tiene competencia fiscal desde el Gobierno vasco. Sí la tiene Bildu al frente de la institución foral guipuzcoana. Lo coalición abertzale fue la única que desde un primer momento coincidió con los socialistas vascos a la hora de proponer un endurecimiento de las tasas progresivas para aumentar la recaudación en tiempos de crisis. Sin embargo, su diputado general, Martin Garitano, recordó ayer que Gipuzkoa es competente en materia fiscal y avanzó, durante una entrevista en la Cadena Ser, que no tiene previsto modificar su política "en función de lo que haga el PP en España".

Pero el escenario aboca a nuevos cambios en el sistema impositivo vasco. A la necesidad de una mayor recaudación ante un 2012 que se antoja arduo en lo económico se suma el propio Concierto, que insta a una equivalencia entre la presión fiscal de la comunidad autónoma y la del Estado. La respuesta de las Diputaciones tendrá que ser rápida para que la reformulación de los impuestos, si es que finalmente se aplica, pueda ser retroactiva y contabilice para el presente ejercicio fiscal.

El Gobierno vasco, por su parte, ha visto abierta la puerta a una segunda oportunidad de armonización fiscal que viene dificultada por el hecho de que los cuatro grandes partidos se reparten las principales instituciones vascas. A la espera de los respectivos estudios de repercusión, Rajoy ha forzado, por ahora, una resituación en Euskadi.