Rendidos al 'dream team' español

"Este es un equipo histórico. Ya veremos cuáles son sus límites", sentenció Juan Carlos Navarro. "Debéis saberlo ya, sois leyenda para el baloncesto", les agasajó José Luis Rodríguez Zapatero. "Son el mejor equipo de Europa en los últimos seis años", les piropeó Tony Parker, el base de Francia, el rival de España en la final (95-85) de Lituania. Aquello fue en septiembre, poco después de que la selección española conquistara, en Kaunas (Lituania), su segundo título europeo consecutivo. La escuadra dirigida por Sergio Scariolo recibe un reconocimiento especial, el que le tributan en la encuesta anual de EL PAÍS los mejores deportistas españoles, que también han querido significar la muerte del golfista Severiano Ballesteros como uno de los momentos inolvidables de 2011. Seve fue uno de los pioneros que sembraron la semilla de la que hoy brotan una infinidad de éxitos en el deporte español.

Cualquier deportista o aficionado empatiza con un equipo que juega de la maravillosa forma en que lo lleva haciendo durante años la extraordinaria generación de Pau Gasol, Calderón, Felipe Reyes y Navarro, a la que se suman otra serie de grandes jugadores como Marc Gasol, Rudy Fernández, Llull, Sada, San Emeterio, Ricky Rubio, Claver y el último en llegar, el nacionalizado Serge Ibaka. Hasta para ocupar esa plaza la competencia es feroz, porque, poco antes del Eurobasket, Mirotic lideró a la selección española que conquistó el oro en el Europeo sub 20 disputado en Bilbao, en un verano que ilustró el magnífico quehacer de los clubes y de la Federación Española con la consecución de hasta nueve medallas de las selecciones en diferentes categorías, seis de ellas de oro, y con el único pero importante lunar del combinado femenino que, sin Amaya Valdemoro, lesionada, no pudo clasificarse ni para las semifinales del Europeo ni para los Juegos Olímpicos.

Para lograr el ansiado billete olímpico y la posibilidad de reeditar la maravillosa final contra Estados Unidos en Pekín, la selección de Scariolo tenía que meterse en la final del Europeo. No falló. Ganó el campeonato, como en 2009 en Polonia, gestionando a la perfección su rendimiento y elevando el listón progresivamente. Hasta convertirse en un rodillo. Francia, con un comportamiento poco ético, se dejó ir en su enfrentamiento ante España, en la segunda fase, para evitar a Lituania en los cruces. A España le dio lo mismo. Manejó con solvencia sus compromisos y, como antes había hecho con Lituania, Alemania y Serbia, arrolló en cuartos a Eslovenia, en semifinales superó a la sorprendente Macedonia y en la final no tuvo piedad tampoco con una Francia que disponía de hasta cinco jugadores de la NBA. Pero España, la primera que revalida el título europeo desde Yugoslavia en 1997, es una selección a la que muchos consideran poco menos que un dream team europeo.

Navarro, sensacional, autor de 26 puntos ante Eslovenia, de 35 ante Macedonia, 19 de ellos en el último cuarto, y de 27 ante Francia, fue elegido el mejor jugador del Europeo. Los deportistas españoles consideran, sin embargo, que el mejor de entre ellos ha vuelto a ser, por segundo año consecutivo y por cuarta ocasión en el último lustro, el tenista Rafael Nadal, ganador de Roland Garros y fundamental en el quinto triunfo de España en la Copa Davis. También repite como mejor deportista extranjero el delantero argentino del Barça, Leo Messi, superando al tenista serbio Novak Djokovic y al bicampeón del mundo de fórmula 1, el alemán Sebastian Vettel. La revelación ha sido el campeón del mundo de 125cc, Nico Terol.