Feijóo deja en vilo a sus conselleiros y aplaza los relevos a la próxima semana
El presidente se reserva los nuevos nombramientos y la estructura de la Xunta tras la marcha de Farjas y Fernández Currás para evitar filtraciones
"Los cambios están en la cabeza del presidente", zanja uno de sus colaboradores cualquier quiniela o especulación sobre futuribles en la Xunta. Y ahí está previsto que se queden hasta la tarde del lunes cuando, muy probablemente, Alberto Núñez Feijóo anunciará la primera crisis de Gobierno en su gabinete, forzado por la marcha de las conselleiras de Sanidade, Pilar Farjas, y Facenda, Marta Fernández Currás, al segundo escalafón de la Administración del Estado. Fiel al hermetismo que rodea a todas sus decisiones relevantes, ni siquiera el resto de los conselleiros saben cómo va a quedar el Gobierno. Ni los nombres de los que llegan, ni si habrá una remodelación más profunda que un mero cambio de cromos. Esta última fórmula obligaría, según la Lei de Igualdade autonómica, a situar a dos mujeres al frente de las carteras que desde ayer y de forma provisional ha asumido el titular de Presidencia, Alfonso Rueda, por delegación de Feijóo.
El actual Gobierno se despidió con el acto de traslación de los restos del Apostol (que según la tradición cristiana reposan en la Catedral de Santiago) y la foto en la Praza do Obradoiro solo se la perdió la titular de Traballo, Beatriz Mato, por motivos familiares.
Tampoco a las puertas de la Catedral, el presidente quiso despejar dudas. Sorteó el corro de periodistas con vaguedades sobre el "reconocimiento a la Xunta" que, en su opinión, implican los nombramientos en la segunda línea del Gobierno de Rajoy. Y, según su personal de confianza, tampoco tiene pensado ofrecer pistas en el habitual discurso de fin de año (que ya está grabado) y que emitirán la televisión y la radio autonómicas este mediodía. Su decisión de prolongar el suspense hasta el lunes mantiene en vilo a los conselleiros y ha disparado las especulaciones tanto en el Gobierno como en el Partido Popular.
En el acto "institucional" de la traslación, el responsable de Medio Ambiente, Agustín Hernández, se descartó como presidente del Adif, un cargo para el que sonaba de la mano de la ministra de Fomento, Ana Pastor. Lo hizo como el presidente, también a la carrera y entre monosílabos.
2Buena parte de los conselleiros despejaron a la prensa con evasivas y sonrisas de compromiso, incluido Javier Guerra, responsable de Industria, quien advirió: "Yo con el presidente hablo de cómo salvar empresas". Trató de, zanjar de ese modo el asunto. Según algunas fuentes del PP, Guerra es uno de los conselleiros más cuestionados no solo por los escándalos que han sacudido al Igape (el director y un subdirector fueron detenidos en el transcurso de la Operación Campeón y hay otras subvenciones dudosas) sino por su escaso perfil político -es un empresario de éxito que no acaba de adaptarse al cargo y a algunas de las obligaciones que conlleva-. Pero sus defensores alegan que la llegada de Guerra a la Xunta fue por petición expresa de Feijóo y dudan de que el presidente vaya a retirarle la confianza.
Si Feijóo va a aprovechar la remodelación para fusionar departamentos [dirigentes del PP aventuran que podría unir las carteras de Educación y Cultura, y que Turismo podría pasar a Economía con la consiguiente salida de Roberto Varela] es algo que no ha consultado en el seno del Consello de la Xunta. Y cuando se pregunta al entorno más cercano de Feijóo la respuesta es la misma: "Está en la cabeza del presidente". Por si acaso Roberto Varela, también ante las puertas del templo, aseguró ayer no saber nada sobre los planes de su jefe. En contra de una reorganización profunda de la Administración juegan los plazos. Pocos en el PP creen que la legislatura vaya a agotar las fechas y llegar hasta marzo de 2013. Si como defienden esas fuentes, las elecciones autonómicas se adelantan al próximo otoño, quedarían desde ahora nueve meses de gestión con lo que una remodelación de profundo calado carecería de sentido.
Quienes mejor conocen a Feijoó sostienen que ya tiene madurados los recambios y que incluso ganó tiempo cuando supo de la intención de Farjas y Fernández Curras de irse a Madrid hasta tener atados los relevos. Tampoco sobre los nombres ha soltado prenda el jefe del Ejecutivo, si bien su entorno admite que el cambio en Sanidade, el campo de la gestión que mejor conoce desde su etapa de presidente en el Insalud, ha sido más sencillo que el de Currás en Facenda.
En los corrillos del PP vuelve a sonar con fuerza el nombre de la actual gerente del Sergas, Rocío Mosquera, un fichaje personal del propio presidente cuando llegó al poder. Ya entonces algunos dirigentes populares dieron por hecho que Mosquera era la preferida de Feijóo mientras que Pilar Farjas respondió a una petición expresa de José Manuel Romay Beccaría, actual senador, y mentor político del presidente. Pero cuando se pregunta a los portavoces oficiales de la Xunta, lo más que aclaran es que: "Todo está en la cabeza del presidente".
Ayer el PP de Galicia aprovechó para presentar los fichajes como un modo de reconocer la labor que ha hecho el Gobierno gallego desde que accedió al poder en 2009, según reza el comunicado que remitió a los medios de comunicación.
La oposición no fue tan condescendiente y cargó ayer contra la reestructuración del Gobierno. El portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, aseguró que la salida de los dos conselleiras "apenas se va a notar porque se trata de dirigentes prescindibles". Su compañero de filas, el portavoz parlamentario, Carlos Aymerich, censuró la falta de peso de Feijóo en el PP porque mientras con Fraga los conselleiros se iban para ser ministros ahora pasan a subsecretarios.
Desde el PSdeG, su portavoz en la Cámara, Abel Losada, aseguró que los fichajes del Ejecutivo de Rajoy "constatan que va a profundizar en las políticas privatizadoras y conservadoras de la Xunta". El diputado socialista llamó la atención sobre el conflicto interno que se le abre a Currás, quien como conselleira no ha dejado de reclamar 805 millones al Gobierno central, que ahora pasa a integrar como secretaria general de Presupuestos.
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