Carisma contra una crisis eterna

Inmerso en una crisis perpetua que afecta al plano deportivo, económico e institucional, el Atlético destituyó a Gregorio Manzano y recurrió al carisma, el carácter y la exigencia de Diego Pablo Simeone, uno de los popes del doblete, para reconducir la sociedad. Las palabras de estímulo de El Cholo, que apeló "al trabajo", "el sentimiento de pertenencia a una camiseta gloriosa" y "la esperanza" animaron a 300 aficionados a acudir espontáneamente, en plenas fiestas, con el plantel eliminado en la Copa y disperso en la Liga, a la presentación del preparador. El club no correspondió al fervor de la hinchada justificando que no era un acto público y que no disponía del número suficiente de empleados para velar por la seguridad. Tras hacer cola pacientemente, los 300 seguidores cantaron contra el consejero delegado y máximo accionista, Miguel Ángel Gil Marín, al ver que las puertas no se abrían. Varias dotaciones de la policía nacional acudieron a apaciguar los ánimos.

"No me asusta el desafío, me entusiasma", recalcó El Cholo

Ajeno al último incendio extramuros, Simeone pisó el césped con sus hijos -"el estadio sigue igual, las únicas que han cambiado son las porterías"- y correspondió a las muestras de cariño de la docena de atléticos que de repente se lo encontraron mientras hacían una visita guiada por el Calderón. "¡Ole, ole, ole, Cholo Simeone!", le coreó la mayoría. "En menudo fregao te has metido", le dijo otro aficionado, con el colmillo más retorcido.

"No me asusta el desafío, me entusiasma. Quiero recuperar lo que siempre tuvimos, me encantaría ver un Atlético fuerte, aguerrido, contragolpeador y veloz... Lo que siempre identificó al Atlético. Nuestra historia es eso", expuso El Cholo como decálogo, eludiendo mojarse sobre la continuidad de Reyes, por el que el Sevilla ofrece 3,5 millones de euros. "Me interesa contar con los jugadores que quieren estar en el club. Tenemos que transmitir desde abajo lo que la gente necesita en la grada", zanjó el entrenador de 41 años, que firmó hasta el 30 de junio de 2013. Su sueldo para lo que resta de temporada será superior a los 250.000 euros netos que negoció Abel tras suceder a Javier Aguirre, pero no superará los 750.000 netos que Manzano tenía estipulados para todo el curso.

Frente al mensaje aglutinador que Simeone emanaba con su mera presencia, la interacción de José Luis Pérez Caminero con El Cholo rompió la armonía que el club trataba de comunicar. Visiblemente incómodo, el director deportivo apenas intervino en el evento que supuso el 49º cambio en el banquillo en los 24 años de la era Gil. "Bienvenido a casa", y poco más se limitó a decir Caminero. A su manera, Simeone negó y confirmó la existencia de un conflicto latente entre los dos integrantes del doblete supuestamente por razones extrafutbolísticas: "¿Problemas con José Luis? Nunca. Cuando uno convive en un vestuario tiene más afinidad con unos que con otros. Con unos te vas a cenar y terminan siendo amigos, con otros tienes objetivos comunes. José Luis y yo compartíamos los mismos objetivos".

La llegada de Simeone, ganador de un Apertura con Estudiantes y un Clausura con River, debilita aún más la posición de Caminero, que aceptó el puesto que dejó vacante Jesús García Pitarch creyendo que tendría más margen de maniobra. "Se ha dado cuenta de que no es así, pero su lealtad a la institución no le permite la menor crítica", dice su entorno. Mientras Caminero pierde la poca influencia que tenía, Simeone tendrá plenos poderes. El primer síntoma es que, al revés que Manzano, no ha renunciado a su segundo, El Mono Burgos, presente ayer en la sala VIP del Calderón. El Atlético estudia dónde reubicar a Juan Vizcaíno y Rubén Baraja, los dos técnicos que impuso al predecesor de El Cholo.