Los partidos ultiman un acuerdo para repartirse el consejo de Kutxabank

Como ya es tradición en todo lo relacionado con las cajas vascas, el acuerdo financiero siempre es el primero y después se cierra el laboral, pero el político se hace de rogar y, si se alcanza, llega a última hora. A falta de solo dos días para que los Consejos de Administración de BBK, Kutxa y Vital aprueben la plancha de 20 nombres que compondrá el primer consejo de Kutxabank, el pacto entre los partidos para cerrar el reparto sigue todavía en el aire.

Los socialitas seguían anoche a la espera de que el PNV, cuya ejecutiva nacional estudió ayer la situación, responda a su propuesta de utilizar un criterio de reparto político más acorde a la representación social actual de cada una de las asambleas.

Las tres cajas tienen que aprobar las planchas de nombres el jueves

El PNV considera innegociable disponer de mayoría absoluta en el Consejo de Administración del nuevo banco, es decir, designar 10 nombres, incluido el del presidente, que desbloquearía cualquier eventual empate con su voto de calidad. De los restantes, cuatro serían para Bildu; tres para el PP, que inicialmente acepta ese reparto y ya maneja cinco nombres entre los que elegir, y otros tres, en ese esquema, para el PSE, uno de los cuales el vicepresidente y actual presidente de Vital, Carlos Zapatero. Cada parte maneja sus nombres pero, por ahora no se los han cruzado, según las fuentes informantes.

Los populares, cuyos dirigentes intercambiaron ayer opiniones con altos reponsables del PSE, han pedido a los demás partidos que los elegidos para el primer consejo del nuevo banco, tengan un perfil técnico sin relación pasada o presente con la gestión pública o partidaria.

El PSE que coincide básicamente con este planteamiento, discrepa a fondo del PNV en cuanto a la distribución de cargos. Los socialistas creen que este partido ya está "sobrerrepresentado" en los consejos actuales de las tres entidades financieras, en virtud de una ley de Cajas que los nacionalistas diseñaron en su día para consolidarse en el poder, y que quiere repetir el mismo esquema en Kutxabank. En ese contexto, ponen como ejemplo el Consejo de Administración de BBK, que el PNV controla al 100% cuando su representación en la asamblea de la caja vizcaína se queda en el 52%.

Pero el PSE propone además llegar a un acuerdo no para un consejo de Kutxabank que se limite a unos meses, sino definitivo para varios años. Parte de los 20 miembros de ese primer consejo, que estará operativo a partir del 2 de enero, tendrían que ser sustituidos en marzo, durante la renovación parcial de los órganos de las tres entidades. Es una obligación que marca la vigente ley de Cajas, que cambiaría sustancialmente el panorama al tener que responder a los resultados de las elecciones forales y municipales de mayo.

Ese no será el único movimiento de los órganos de decisión de las entidades financieras hasta el próximo verano. El más importante se producirá a partir de la aprobación de la nueva ley de Cajas, cuyo texto ya pactaron socialistas y populares, que reduce sustancialmente el poder del PNV en los consejos, al proponer órganos más identificados con la fotografía social y política de cada asamblea.

El problema es que esa adaptación definitiva podría retrasarse al estar paralizado el proyecto de ley en el Parlamento hasta que la Comisión Arbitral resuelva, previsiblemente el próximo 3 de enero, sobre el recurso que planteó la Diputación de Bizkaia.

Si la comisión rechaza el recurso vizcaíno y devuelve el proyecto al Parlamento, el texto podría estar enmendado y listo para su debate en un pleno en el mes de marzo, con lo cual, tras los periodos establecidos para adaptar los estatutos, llegaría el momento, en torno a mayo, de adaptar de nuevo los Consejos de Administración de las tres entidades y, finalmente, el de Kutxabank.

Es decir, en un periodo de seis meses se producirían dos cambios en el máximo órgano del banco. Los socialistas proponen llegar a un acuerdo ahora que evite tanta inestabilidad con un consejo que refleje mejor de entrada la actual situación política vasca. Los partidos creen que, pese a los numerosos contactos telefónicos al más alto nivel, el acuerdo con la distribución y los nombres no llegará hasta hoy mismo o, incluso, mañana.