Johannes Heesters, el artista más anciano del mundo

Johannes Heesters, el artista más veterano del mundo, según el Libro Guinness de los Récords, falleció el sábado en Alemania a los 108 años. Tenor de formación, subió a escena cerca de 9.000 veces y consiguió ser una estrella del cabaré y los musicales. Pero su reputación quedó empañada durante la II Guerra Mundial porque actuó para Hitler. No solo eso: en plena ocupación nazi de Holanda, Heesters visitó el campo de concentración de Dachau. Asistió al concierto preparado en su honor por una orquesta de presos judíos. Él siempre negó haber colaborado con el régimen de Hitler.

En 1964, el resquemor y las críticas estallaron en su tierra cuando aceptó el papel de capitán Von Trapp en Sonrisas y lágrimas. Para un tenor, el papel era un caramelo. El problema es que Von Trapp no solo era el viudo enamorado de la niñera y retratado como un héroe por Hollywood. Sobre todo fue el paradigma del patriota que deja su tierra para no doblegarse ante el invasor. Los holandeses no perdonaron que Heesters hubiera osado meterse en su piel, y le dieron la espalda.

A partir de entonces, el artista se trasladó a Alemania. Durante cuatro décadas, trabajó allí y en Austria con gran éxito. Cuando subió de nuevo al escenario tenía casi 105 años. Habían pasado 44 desde su marcha. Su segunda y última aparición fue durante el concierto de despedida de un director de teatro, en Amersfoort, su ciudad natal. Una parte del público le aplaudió. Otros le abuchearon, y el alcalde de la ciudad quiso darle una lección: abandonó la sala.