El ascenso empieza en la defensa

Más allá de la decepción y de los goles encajados en la Copa ante sendos equipos de Primera y en partidos mediatizados por sufrir tempraneras expulsiones, Celta y Deportivo acaban el año con la sensación de haberse ajustado tras un inicio de temporada entre vaivenes. Las sensaciones y las certezas son similares: pelear por el ascenso pasa por mantener la solvencia como local y, sobre todo, por tapiar la portería. "Balaídos era nuestra cuenta pendiente y este año ya no lo es, pero lo esencial es que no nos marquen", detalla Andrés Túñez, zaguero del Celta, uno de los beneficiados por los cambios introducidos por el técnico Paco Herrera.

Preocupado por la salida de la pelota, al entrenador celeste le costó prescindir de Jonathan Vila y Catalá, la pareja que pensaba que mejor se adaptaba a ese rol. Pero los focos les señalaron por su tibieza en las vigilancias. Las tres derrotas consecutivas precipitaron los cambios, entraron en el once Oier y Túñez, dos centrales que mezclan bien, que agregan por una parte rapidez, por otra colocación. Con ellos en las tres últimas jornadas el Celta tan sólo encajó un intrascendente gol contra el Sabadell, pero sobre todo no ha permitido concesiones en la línea trasera, en la que además comienzan a tener vuelo los laterales Hugo Mallo y Roberto Lago tras meses de atonía. "Se nos exigía más equilibrio entre defensa y ataque y creo que lo estamos solucionando. Sabemos que en la delantera tenemos mucha calidad para marcar diferencias", reflexiona Oier. "Lo fundamental es la defensa", recalca Túñez, que deja una sentencia: "Estoy convencido de que el equipo que menos goles encaje ascenderá a Primera".

"El que menos goles encaje subirá a Primera", asegura el céltico Túñez

Ambos equipos cambiaron a sus centrales para ganar en seguridad

En ese apartado el líder es el Hércules, que dominó la categoría hasta noviembre. Desde entonces ha jugado siete partidos y encajado goles en seis. Solo se libró de esa sangría en Balaídos, donde cosechó su única victoria durante ese periodo. El 25 de octubre el equipo que dirige el gallego Juan Carlos Mandiá aventajaba en ocho puntos al Celta y en nueve al Deportivo. Dos meses después sólo superan en tres puntos a los de Vigo y están a la par que los coruñeses ante quienes ceden en la clasificación por la diferencia de goles. "El equipo está creciendo", diagnostica José Luis Oltra, técnico deportivista, que empieza a sentir que la idea que pregona ya cala. Y no es muy diferente de la que predica Herrera al otro lado de la AP-9. "Queremos tener la pelota, jugarala, pero sobre todo aplicarnos en defensa para que el rival no tenga tiempo ni espacio", asegura el estratega valenciano.

Al Deportivo le costó tapar agujeros. Oltra lanza al equipo a una presión en zonas avanzadas cuando el rival tiene la pelota y en algunos partidos el equipo, por momentos, se parte. La acumulación de amonestaciones obligó a que el entrenador sustituyera dos de las piezas más discutidas por su rendimiento, Jesús Vázquez y Aythami. Ninguno ha vuelto a ser titular en beneficio de Juan Domínguez y Zé Castro. La inclusión de éste último en el equipo le ha dado más argumentos a la defensa. Central rápido y con fácil desplazamiento del balón en largo, su presencia coincide con la mejor racha defensiva. Mezcla con Colotto mejor que Aythami, jugador de tranco más similar al del argentino, indiscutible. "Me gusta jugar con la defensa adelantada, dejar menos espacios y confiar en recuperar en velocidad cuando me mido en carrera al delantero", explica el portugués. En el Deportivo, como en Vigo, ya perciben que la defensa empieza a 60 metros de su área. "Es una pasada lo que ayuda Mario Bermejo", ilustra Túñez sobre el trabajo del delantero. En esa línea van también algunas de las decisiones de Oltra, que comienza a dosificar el protagonismo de futbolistas como Valerón o Salomão, menos activos en la ayuda a la presión que otros compañeros. "A veces nos relajamos, no apretamos tanto arriba y se producen algunos desajustes", explicó el centrocampista Álex Bergantiños tras el susto sufrido en Riazor en la segunda parte contra el Numancia, que falló el penalti del empate en los últimos minutos.

El calendario se allana ahora para el Depor, que disputará tres de los próximos cuatro partidos ante los suyos. El Celta se enfrentará a rivales (Alcoyano, Nástic y Girona) que pelean en el fondo de la tabla. La clasificación ya aclara dudas y asigna objetivos. Nadie duda que los seis primeros (Elche, Deportivo, Hércules, Valladolid, Almería y Celta) pelearán hasta el final por las dos plazas de ascenso y las dos de promoción. El secreto está atrás.