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Calatrava no ha certificado el fin de las obras del Palau de les Arts

La Sindicatura apunta que la liquidación de la obra no exime de su recepción

El Palau de les Arts de Valencia funciona con normalidad, pero no está terminado. Santiago Calatrava, arquitecto y director de las obras de construcción del complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, no había cumplido con el preceptivo trámite de recepción de la obra el pasado mes de julio, según apunta la Sindicatura de Comptes en el informe de fiscalización de las cuentas de la empresa pública CACSA.

La ausencia de la certificación final es imprescindible para permitir el uso de las instalaciones en cualquier edificio convencional, incluso para obtener las autorizaciones de suministro de agua o electricidad. La insistencia de la Sindicatura en el asunto no es, pues, baladí.

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"La liquidación de las obras, formalizada en septiembre de 2009, continúa pendiente de completarse mediante la pertinente certificación final de las obras ejecutadas y un informe técnico", apunta el informe. La Sindicatura apunta directamente a las "obligaciones del director de las obras" que se incumplieron en su día y seguían pendientes en julio pasado. Para la Sindicatura, es el director de las obras, esto es, Calatrava, quien debe "suscribir el certificado final de las obras, así como conformar las certificaciones parciales y la liquidación final de las unidades ejecutadas, con los visados que en su caso fueran preceptivos".

Las obras se liquidaron con un coste de 382 millones de euros. Hace un año, la Sindicatura ya apuntaba que "la dirección facultativa" de las obras del Palau de les Arts incumplía sistemáticamente la formalización de avales al expedir certificaciones y se retrasaba en la expedición de los mismos. También apuntaba cómo los documentos firmados por el director general de CACSA y el responsable de la empresa adjudicataria para "liquidar" las obras, de ninguna manera podían sustituir la "recepción de las obras" de acuerdo con la ley vigente de ordenación de la edificación.

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Calatrava ya tuvo problemas con el Colegio de Arquitectos porque no se preocupó de visar ninguno de los edificios que forman parte del complejo de la Ciudad de las Artes.

El vecino edificio del Ágora tampoco está terminado y la Sindicatura apunta que "deberían ejecutarse las unidades de obra indispensables para garantizar la habitabilidad del edificio con carácter definitivo y finalizar las partidas que pudieran deteriorarse y originar sobrecostes". Los materiales para la culminación de las obras del Ágora se amontonan en un solar vecino expuestas a la corrosión. Según la Sindicatura, "la sociedad argumenta que el retraso es originado por la realización de determinados eventos".

El informe de la Sindicatura de Comptes alude una serie de actas "de precios contradictorios" en los últimos compases de la ejecución del Ágora que han sido firmadas a tres bandas por "el contratista, la dirección facultativa y CACSA". Pero añade que "la aplicación de precios contradictorios es consecuencia de la ejecución de partidas que no estaban contempladas en el proyecto, por lo que resulta necesaria la tramitación de un modificado siempre y cuando se cumplan los requisitos de la normativa vigente".

A lo largo de 2010, Calatrava duplicó los honorarios previstos por los proyectos de dirección de obras del Ágora desde 4,9 millones de euros hasta 9,2, con un alza de 4,3 millones.

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