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Crítica:LIBROS | NARRATIVA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Tres luces

Narrativa. Una pequeña joya es esta novela que empieza a leerse y no puede cerrarse hasta que termina. Keegan, su autora, elige la narración de lo interior para llevar al lector de la mano por los sentimientos de una niña enviada a la casa de familiares lejanos mientras su mamá da a luz un nuevo hijo, en una familia numerosa y tocada por la pobreza en la Irlanda rural de principios de los ochenta. Como sucede con los grandes maestros, Keegan no necesita apelar a acontecimientos extraordinarios para sumergir al lector en una cotidianidad que incluye la cocina, los trabajos de la granja, traer el agua del pozo o escuchar lejanas voces en el salón mientras la niña intenta conciliar el sueño en un cuarto y un lugar en el que nunca ha estado antes. El texto se desgrana como una lluvia fina que empapa poco a poco, delineando los sentimientos de la pequeña frente a su propio mundo y al de los adultos a quienes revela por lo que dicen, por lo que callan y por lo que hacen. Las distancias emocionales, tanto las que acercan como las que alejan, son manejadas por Keegan de una manera magistral, subrayadas tan solo por la palabra. Basta decir "la mujer" o un apellido para que el lector entre en el tono emocional de una novela cuyo eje central es la necesidad del padre, cuya sola presencia no es garantía de que esté. Es así como Tres luces se convierte en una novela interiorista, íntima, que recorre los afectos y recuerda la narrativa de autores rusos como Dostoievski y Chéjov, y a otro contemporáneo, William Trevor, con quien comparte el oficio y la nacionalidad. Editada en Argentina, con una tirada de apenas 2.500 ejemplares, la editorial Eterna Cadencia hace un verdadero regalo a los lectores de habla hispana con esta pequeña obra que revela genialidad. Antes había publicado los libros de relatos Antártida y Recorre los campos azules, con los que Claire Keegan incursionó en la literatura para ya nunca dejarla, luego de que fracasó en su empeño de encontrar empleo en su profesión inicial que era la ciencia política. Respecto a la traducción, una anotación para los lectores de la Península. Algunos de los términos y de los giros que van a encontrar corresponden al español que se habla en Argentina, lo cual no es óbice para no leerla.

Tres luces

Claire Keegan

Traducción de Jorge Fondebrider

Eterna Cadencia. Buenos Aires, 2011

89 páginas. 18 euros

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