A cuadrar el sudoku imposible del agua

Miguel Arias Cañete tiene por delante varios retos complicados al frente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Debe, como él destacó en su toma de posesión, negociar en Bruselas la reforma de la Política Agraria Común y Pesquera en un momento de dificultades económicas. Y tiene que ponerse al día en Medio Ambiente (él señaló que le va a "requerir mucho esfuerzo"), porque no controla el tema.

Sin embargo, la polémica imposible que afronta es la del agua, la de poner de acuerdo a sus barones y aprobar unos planes de cuenca (los que reparten el uso del agua) que están en un cajón pese a la amenaza de Bruselas de multar por la demora. El baile no tardará en comenzar porque el Ejecutivo saliente le ha dejado pendiente el trasvase del Tajo al Segura para los próximos meses, algo que en teoría debe aprobar antes de final de año.

Arias Cañete, que dijo que se sentía en el ministerio como el que "vuelve a casa por Navidad", agradeció el "ejemplar traspaso de poderes" de Rosa Aguilar y su equipo. Ayer parecía que el agua volvería a la rama de Agricultura y no a Medio Ambiente. Sobre si retomará el trasvase del Ebro, Arias Cañete hizo de Rajoy: "Hay un programa electoral que dice lo que dice", lejos de cuando en 2000 fue cazado diciendo que se haría "por huevos".