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Columna
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La biblioteca de las mujeres

(A Irene, que significa paz, por si algún día quiere saber en qué afanes andábamos el día en que nació)

Hay una escuela de pensamiento que es oír la palabra cultura y sacar las pistolas; la misma que solo con escuchar el término "feminismo" ya se dispone a armar los misiles. Todo tiene que ver. Por eso históricamente los movimientos de vindicación femenina han hecho tanto énfasis en la instrucción de las niñas como instrumento de igualdad y empoderamiento. Una fórmula que no falla, contra todo tipo de despotismos, es que la población se dote no de certezas infalibles sino de instrumentos suficientes para contemplar la realidad, pensar por su propia cuenta y nunca más aceptar verdades de segunda mano.

Pues bien: uno de esos instrumentos corre peligro de fosilizarse, de dejar de prestar el servicio cualificado y profesional al que ya nos habíamos acostumbrado. De ahí la rebelión de las valencianas en defensa de su biblioteca, fuente de conocimiento y reflexión.

En los años setenta se produjeron en España las primeras investigaciones y tesis con enfoque de género. En los ochenta ya quedaron consolidados los estudios y el feminismo académico en muchas universidades. Paralelamente, y no por casualidad, el movimiento feminista empezaba a configurar espacios y locales propios, puntos de encuentro que tampoco en balde tenían forma de librerías: en Valencia fue la emblemática Dona, sucedida por Sal de casa. Eran, desde luego, algo más que expendedurías de palabra escrita, y sus modestos fondos colmaron muchas curiosidades, alimentaron muchas entendederas.

Más tarde, el feminismo institucional logró urdir un recurso público, y así se montó la biblioteca y centro de documentación de la calle de Náquera, edificio administrativo que se quiso fuera "algo más". Desde 1986 se han reunido más de 11.000 volúmenes y Elisa Sanchis y Cristina Giner han atendido miles de consultas convirtiéndose en guía y faro de usuarias e investigadoras, de ONG y asociaciones vecinales, de cátedras y particulares.

Aquel Institut de la Dona se llama ahora Dirección General de Familia y Mujer (no, no hay de Familia y Hombre, cómo se te ocurre...) y acaba de cerrar la biblioteca por vacaciones. Dicen que volverá a abrir, pero de momento es seguro que se va a perder el servicio que daban dos profesionales cualificadas. Los grupos de mujeres, sindicatos, universidades y la oposición política, no ven nada claro el futuro del único fondo especializado en territorio valenciano, atendido por una sola persona con derecho a vacaciones y bajas. Ojalá nos equivoquemos, porque lo que es la deuda de la Generalitat no parece que vaya a quedar resuelta con este repentino ataque de austeridad.

PD. Efemérides del día: El 23/12/245 nacía Zenobia de Palmira, soberana del desierto sirio, reina de Egipto, indomable, inteligente, plurilingüe, amante de las artes, que se atrevió a desafiar a los emperadores romanos. En la biblioteca de las mujeres (cuando abra) encontraréis más sobre su vida apasionante.

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