La tasa turística de Cataluña solivianta a los empresarios

La implantación de la tasa turística ha abierto la primera gran brecha entre el Gobierno de Artur Mas y los empresarios catalanes. Las patronales, incluso Fomento del Trabajo y Pimec, y las asociaciones turísticas catalanas cargaron ayer contra la medida de la Generalitat, que prevé el cobro de uno a tres euros por pernoctación en todos los establecimientos (desde hoteles a campings o cruceros). En un comunicado conjunto, el sector calificó de "injusta, irracional y arbitraria" la tasa.

El sector advirtió de que "genera un verdadero agravio comparativo" respecto al "resto de los destinos turísticos del Estado español". La tasa turística, que acompaña a los Presupuestos que ayer presentó la Generalitat, se prevé que recaude unos 100 millones de euros. Los empresarios temen que ahuyente a los turistas, sobre todo en las zonas con paquetes de precio ajustado. Las patronales y asociaciones han pedido una reunión urgente con Artur Mas.

La teniente de alcalde de Barcelona responsable del turismo, Sònia Recasens, señaló que el Consistorio está centrado en negociar la tasa, que ya dan por aplicada. La idea es que el 25% de lo recaudado vaya a los municipios para promoción local. Barcelona, defiende Recasens, merece al menos quedarse el 40% de lo que recauden sus locales.