"Habrá decisiones y no solo sobre el entrenador"

La última vez que Miguel Ángel Gil Marín presenció un partido en el Vicente Calderón fue hace seis años. Corría 2005 y a partir de ese momento el consejero delegado del Atlético decidió que prefería dar vueltas a la M-30 antes que asistir en vivo a los partidos del plantel para combatir la ansiedad que le provocaban los incontables del fútbol. Después de sumar kilómetros durante años, dando vueltas por la circunvalación que rodea Madrid, modificó sus hábitos. Cambió los trayectos en coche por caminatas en las que se informaba de lo que ocurría en el campo vía SMS. Una vez más, el máximo accionista del Atlético no asistió al partido de anoche en la ribera del Manzanares. Sus inquietudes se centraban en los asuntos económicos del equipo, en la Junta anual de accionistas.

Ausente Gil Marín, el presidente del club, Enrique Cerezo, fue el representante de más rango en un palco semivacío. Los 15.000 espectadores cargaron contra el mandatario y el consejero delegado in absentia mientras también clamaba contra la plantilla al grito de "¡Jugadores mercenarios!" y "¡Esa camiseta no la meceréis!". Para evitar incidentes, la policía desalojó a los seguidores que se agolparon en la salida del palco y del párking de los futbolistas y el cuerpo técnico. Frente al enfado de los rojiblancos, los 2.500 hinchas del Albacete celebraron la clasificación a octavos de la Copa jaleando "¡Manzano, quédate!".

El entrenador del Atlético, que hoy será cesado oficialmente tras permanecer en el banquillo durante diez días en una cuenta atrás con fecha de caducidad, volvió a demostrar que vive en una realidad paralela. "Estoy jodido, hemos tocado fondo, pero no voy a responder a hipótesis", siguió con su discurso oficial, muy distinto al que maneja en la intimidad. "Ahora tomamos vacaciones hasta el día 29. Al regreso de las vacaciones intentaremos por todos los medios que el equipo traiga la cabeza fresca y recapacitemos entre todos", aseguró el todavía preparador después del peor resultado del club en el torneo desde la eliminación en la temporada 2001- 2002 en treintaidosavos, ante el Rayo a partido único (1-3).

El único que salió bien parado en los cánticos de la noche fue Diego Pablo Simeone. "¡Cholo, Cholo!", coreó el Calderón, a la espera de que hoy se concrete su fichaje como técnico. "Es mentira que tenga un precontrato firmado, pero es cierto que hay una posibilidad. Ahora estoy sin equipo y ellos me han llamado", dijo el extécnico de Racing de Avellaneda. "Si me vienen a buscar, ¿cuál es el problema? ¡Todos los años sueño con ir allí!", añadió.

De confirmarse, Simeone sería el 49º relevo en el banquillo en los 24 años de la era Gil. "No hace falta ir a la universidad para saber lo que va a pasar", adelantó durante la madrugada Cerezo, que se reunió con Antonio López y Gabi tras el fiasco copero para anunciarles el inminente despido de Manzano. "Habrá decisiones rápidas y no solo sobre el entrenador", añadió el presidente. "El equipo no ha estado a la altura absolutamente de nada... Hace falta un cambio seguro, aunque no digo de entrenador", hizo autocrítica Antonio López.