Un diplomático en Nicaragua

Apasionado de las motos, de los viajes y de su familia, el nuevo líder del PSC, Pere Navarro, es una persona querida y apreciada en Terrassa (Vallès Occidental), su ciudad natal y de la que es alcalde desde 2002. Entidades, personalidades y rivales políticos coinciden en destacar su faceta dialogante, su proximidad y accesibilidad, así como su capacidad de escuchar e implicación.

Bien lo sabe Isaac Albert, exconcejal de ERC que, junto a ICV, gobernó con Navarro durante la pasada legislatura. Navarro es una persona acostumbrada a pactar y negociar, destaca el republicano, y que cede cuando es necesario. "En política es importante la capacidad de empatía y de llegar a acuerdos, y esto Navarro lo tiene", añade Albert.

Navarro guarda en su despacho del ayuntamiento una bandera republicana

"Es un buen relaciones públicas y un buen surfeador, capaz de crear buenos climas", le reconoce su gran adversario en el Ayuntamiento, Josep Rull, concejal de CiU en Terrassa y diputado en el Parlament. Detrás de tanta afabilidad, Rull también ve claroscuros al edil egarense. Navarro no solo "huye del cuerpo a cuerpo y de los conflictos", sino que también "le cuesta comprometerse y tomar decisiones, especialmente en los grandes debates". "Es un político poco apasionado, más de despacho que de calle", remacha Rull.

Esconda lo que esconda, lo cierto es que en su despacho guarda celosamente una bandera republicana que enseña selectivamente a las visitas. Más escondida tiene Navarro, supone Albert, la estelada que el republicano le regaló en mayo, cuando el concejal abandonó el Consistorio.

Es una persona cercana y en contacto constante con las entidades de la ciudad, especialmente con las de carácter económico, lo que le ha hecho ser un "buen conocedor del tejido empresarial de la ciudad y saber valorar su importancia", apunta Antoni Abad, presidente de la patronal egarense Cecot. El empresario explica que Navarro es una "persona que sabe escuchar y que transmite confianza para hablar con él". Las entidades sociales de la ciudad también destacan la accesibilidad del alcalde. "Es una persona con sentido de justicia social y sensible hacia los temas de cooperación", destaca Antonio Baile, presidente de la cooperativa de comercio justo Alternativa 3.

Hace siete años, durante un viaje a Senegal, Navarro tuvo un accidente de tráfico que le cambió la vida. Isaac Albert recuerda que entonces el alcalde le confesó: "He vuelto a nacer". Agradecido con la vida y con las oportunidades que brinda, ayer se mostró emocionado ante la nueva etapa y el nuevo reto que a partir del lunes le espera en la calle de Nicaragua, donde se halla la sede del PSC. Los acontecimientos se precipitan a ritmo de vértigo para Navarro, pero Joan Turull, propietario de una de las pastelerías emblemáticas de la ciudad y presidente del gremio de pasteleros de Barcelona piensa que lo hará bien. "De los primeros discursos que le escuché cuando se convirtió en alcalde a ahora ha cambiado muchísimo".

Sobre este futuro incierto, todos coinciden en apuntar que Navarro será capaz de sacar rédito de sus más de 30 años de experiencia en el partido, así como la capacidad dialogante y de colaboración que ha desempeñado a nivel municipal. "Le servirá para dirigir tanto un partido como un país", remacha Albert.