Catar se cruza otra vez con el Barça

El Barcelona intenta hoy (Cuatro, 11.30) ante Al Saad ganarse el derecho a jugar la final del Mundial de clubes en una semifinal que puede parecer un partido amistoso entre dos equipos hermanos por eso de que Catar paga al club español 30 millones de euros a través de Qatar Foundation, de que Pep Guardiola es ídolo local tras militar dos años en Al Alhy y, al tiempo, icono del Mundial catarí de 2022 y de que el presidente, Sandro Rosell, tiene o ha tenido negocios en el país árabe.

Tiene cita el Barça con la historia en un duelo a dos bandas: contra el campeón de Asia y contra la aclimatación al cambio horario. Los azulgrana, lanzados tras su victoria sobre el Madrid en el Bernabéu, se enfrentan a un encuentro desigual futbolísticamente hablando con un rival ultradefensivo que gana más que remata y que cuenta con un lateral argelino y mundialista por estrella, Belhadj.

No hay duda sobre el favorito, pero Guardiola advierte de que en el deporte no sirve de nada dar por hechas las cosas, sino hacerlas. "Nos tenemos que ganar otra final y para eso hemos de hacerlo bien", recuerda. Y así lo hace Iniesta, señal de que el mensaje ha calado en un conjunto que, después de tres días en Tokio, todavía se despierta a deshoras.

"Me preocupa el juego físico del adversario y el efecto del jet-lag porque todavía hay jugadores que se levantan a las tres de la madrugada. Así que a ver si la mente controla el sueño", dice Guardiola, que se conoce al dedillo el juego del cuadro catarí, entrenado por el uruguayo Jorge Fossati, que reconoce que el problema de ambientación del Barça les da una pequeña ventaja: "No es una excusa. Así que voy a pedir que los barcelonistas tengan un sueño muy profundo".

El charrúa piensa ser fiel a su estilo con la idea de "complicar algo las cosas al Barça". "Grandes preparadores, grandes equipos, están intentando sobreponerse a él y no lo han hecho. ¿Quién soy yo para dar la fórmula mágica?", se pregunta.

Se espera que Guardiola haga cambios en el equipo que derrotó al Madrid. "Trato de que todos jueguen mucho, pero ojalá pudiera usar a 15 en cada partido", asegura al ser preguntado por las ausencias de Mascherano y Villa en el feudo blanco. A ambos se les espera hoy en un once que busca la cita con el trofeo el próximo domingo en una final en la que ya espera el Santos, que ayer derrotó (1-3) al Kashiwa, japonés, con un golazo de Neymar.