Las patronales se reinventan
Las organizaciones estudian desligarse de las ayudas públicas para sobrevivir
Nada será igual tras la crisis, tampoco las patronales tal y como hoy las conocemos. Las organizaciones empresariales de la Comunidad Valenciana están haciendo encaje de bolillos, como ocurre por otra parte en muchos colectivos de todo tipo, para cuadrar unos números que ya no encajan. En este contexto todo apunta a que en los próximos meses algunas van a tener que adelgazar y racionalizar sus estructuras. Y empiezan también a hacerse los primeros llamamientos públicos en favor de ganar independencia financiera y no depender de las ayudas públicas.
El debate sobre la necesidad de redefinir su misión y de proponer soluciones de viabilidad ya ha empezado. La patronal de Valencia (CEV), la autonómica (Cierval), así como las cámaras de comercio de Valencia y Castellón ya han acometido los primeros recortes de empleo. La mala situación económica afecta a las organizaciones por distintas vías. Una de ellas es la caída de ingresos, como le ocurre por ejemplo a la Cámara de Comercio de Alicante, que apenas tiene ocupadas cuatro de las 22 naves inauguradas hace un año y medio en Ibi. Pero también sufren la reducción drástica y el retraso de las ayudas públicas. El debate empresarial está sobre la mesa, de forma más o menos abierta.
Los números ya no cuadran y la crisis obliga a realizar recortes
La patronal alicantina del comercio (Facpyme), integrada en la autonómica Covaco, es la primera en dar un paso adelante en ese sentido. Hace varias semanas Facpyme celebró en la sede de la patronal alicantina Coepa una conferencia sectorial de carácter provincial en la que planteó, ante el nuevo escenario económico, la necesidad de una estructura distinta de la actual. La patronal de comercio consensuó su voluntad de posicionarse como una "empresa central unificada", una central de servicios que aporte independencia económica.
La prioridad explicitada en este y en otros casos es la de mantener los servicios que las organizaciones prestan a sus asociados. Todo lo demás es modificable. Facpyme, por ejemplo, pretende lograr una nueva estructura que facilite a los empresarios que están asociados formación específica, financiación y servicios, por citar solo algunos objetivos, con el fin último de que los comerciantes rebajen sus gastos e incrementen la competitividad.
La independencia profesional es uno de los aspectos que destacan en el nuevo planteamiento. Facpyme ya lo subraya, entre los valores hacia los que debe dirigirse la organización: "Representar a nuestras empresas asociadas y facilitar comportamientos y sentimientos de libertad para plantear mejoras y críticas constructivas en la defensa del sector". Y entre las metas, la organización alicantina de comercio destaca, entre otras, la reducción de costes o la centralización de servicios. La pretensión se plasmó en la Declaración de Alicante 2011, que se pondrá en marcha a través de un plan estratégico.
Mientras, la necesidad de las empresas de adaptarse a la nueva coyuntura fue el eje de un debate celebrado esta semana en la Cámara de Comercio de Alicante. El acto incluyó una conferencia de José María Gómez Gras, catedrático de Organización de Empresas de la Universidad Miguel Hernández de Elche, bajo el título Cómo reinventar empresas: modelo de negocio. Empresas ganadoras y perdedoras. Potenciales y estrategias. Junto al académico, participó Cristóbal Navarro, vicepresidente de Cepyme Alicante y delegado de la Asociación de Asesores Fiscales de la Comunidad Valenciana.
La conclusión, según Navarro, fue que las empresas tienen que "reinventarse en su día a día y en su entorno", precisó. "En el primer aspecto, a base de diferenciar su producción; y en el externo que las organizaciones empresariales logren su independencia financiera".
Navarro abogó por una reforma laboral y fiscal de "calado" y pidió a la Administración que despeje las dudas sobre los plazos en los que va a pagar a sus proveedores.
