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Reportaje:

Fumando por los siglos...

Altadis cumple 375 años bajo la presión fiscal y social al consumo de tabaco

Altadis, una de las empresas españolas más antiguas, cumple este mes de diciembre 375 años. La compañía lleva casi cuatro siglos siendo líder del sector del tabaco, un producto que ha pasado muchas etapas, pero que en la actualidad está señalado por una buena parte de la sociedad por sus connotaciones perjudiciales para la salud, lo que dificulta su estrategia de desarrollo.

El germen de la empresa data del 28 de diciembre de 1636, cuando se crea la Institución del Estanco de Tabaco en España, primer monopolio fiscal que se constituye para explotar la venta del producto como fuente de ingresos para las arcas públicas. En 1887 se opta por la gestión indirecta del Estado y nace la Compañía Arrendataria de Tabacos, que en 1945 se transformará en Tabacalera.

La compañía da empleo a 1.500 personas y cuenta con cuatro fábricas
Su presidente espera que el nuevo Gobierno relaje la ley antitabaco

En enero de 1986, como consecuencia de la incorporación de España a la Comunidad Económica Europea, se modifica el ámbito del monopolio al liberalizarse la importación de productos de la Unión Europea y se aplica una imposición sobre el tabaco y el IVA. Se adopta la denominación Tabacalera, SA. Entre 1982 y 1988 fue presidente Cándido Velázquez-Gaztelu en una etapa en la que se sentaron las bases para una futura liberalización del mercado tabaquero y se dinamizaron sus redes de distribución.

El 28 de abril de 1998, siendo César Alierta su presidente, se privatiza. En el año 1999 se fusiona con la francesa Seita y nace el grupo Altadis. La compañía debutó en Bolsa en diciembre de ese año y llegó a tener un valor de mercado de 12.800 millones de euros.

Altadis decidió estructurar su actividad en tres áreas de negocio: cigarrillos, logística y cigarros. Durante el mandato de Antonio Vázquez como director general de la división de cigarros, Altadis cerró en 2000 la compra del 50% de Corporación Habanos. Esta operación convirtió a Altadis en la única empresa en ofrecer las marcas de cigarros cubanos y le situó como líder mundial de este segmento. En enero de 2008, Imperial Tobacco adquiere el 100% de Altadis, hasta entonces quinto grupo mundial, lo que permite a la firma británica consolidar su cuarto puesto en el mundo. Imperial desembolsó 12.800 millones de euros en una operación que cerró una nueva etapa del mapa tabaquero mundial.

"Altadis es la única empresa tabaquera con centros industriales en nuestro país, la que mayor número de puestos de trabajo tiene y la que históricamente más tabaco compra a los productores extremeños", dice su portavoz. En España da empleo a 1.500 personas en sus cuatro fábricas y en sus oficinas centrales situadas en Madrid. Imperial también apostó por el control de la filial de distribución del grupo, Logista, empresa con una plantilla de 5.000 personas.

Altadis celebra su 375º aniversario en unas circunstancias especiales y duras que han hecho de España un mercado difícil. La prohibición de fumar en espacios públicos desde el 1 de enero y la subida de los impuestos especiales en diciembre de 2010 han reducido el consumo ayudado por una crisis económica de gran calado. El retroceso en el mercado de cigarrillos ha sido del 15%, aunque el de tabaco de picadura ha subido el 5%.

La empresa, sabiendo que la normativa y los usos sociales obran en su contra, ha centrado su atención en proporcionar a los consumidores la mejor relación calidad / precio y ha introducido nuevas variedades de marcas y productos, dicen sus directivos. Por ello ha aumentado los volúmenes en segmentos de crecimiento de consumo como los cigarrillos queen size, el tabaco de picadura con marcas de cigarrillos y los puritos mini. El tabaco de picadura de Altadis es líder del mercado y ha aumentado su cuota hasta el 36,8%.

Desde octubre de 2010 preside la tabaquera Dominic Brisby, un británico de 33 años licenciado en Filosofía, Políticas y Económicas por la Universidad de Oxford. Lleva en la empresa desde 1999 y ha pasado por todos los escalones de mando. Brisby tiene la esperanza de que el próximo Gobierno sea menos beligerante con el tabaco. "A juzgar por las manifestaciones públicas en este sentido, esperamos una mayor dosis de racionalidad y creemos que la reforma de la ley estaría justificada", ha señalado Brisby, quien piensa que debería "hacerse caso al sector hostelero y habilitar espacios para fumadores donde no entraran los camareros y estuviera prohibido el acceso a los menores".

En el controvertido tema de la fiscalidad, Brisby dice que "en la campaña electoral hemos leído que el PP cree que una subida de los impuestos que gravan el tabaco no garantiza más recaudación, y efectivamente así es". A su entender, la subida de impuestos del pasado año 2010 no ha cumplido su objetivo de elevar la recaudación y sí ha conseguido aumentar el contrabando de tabaco, "un fenómeno que estaba casi desterrado". En opinión del máximo responsable de Altadis, una posible subida del IVA provocaría una subida automática en el precio de los cigarrillos, lo que debe obligar entonces a revisar a la baja otros componentes del impuesto de tabaco para evitar la pérdida de recaudación.

Altadis recuerda que el tabaco es una importante fuente de ingresos para el Estado por ser el producto con mayor carga fiscal: un 78,9% del precio de venta al público de la cajetilla corresponde a impuestos, y que exprimir fiscalmente este producto "no será rentable". España es el séptimo país europeo en cuanto a carga fiscal del tabaco.

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