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Reportaje:música

Rihanna, del Moldava al Manzanares

Ganar un concurso, viajar a Praga y, de paso, poder ver a la diva discotequera una semana antes de que llene el Palacio de los Deportes de Madrid

La fila de embarque avanza poco a poco en silencio. Cada oveja con su pareja. Nadie se conoce. Tres días después, las mismas caras se dan besos, abrazos y se sacan las últimas fotos de grupo mientras esperan a las maletas de vuelta en el aeropuerto de Barajas. Entre una escena y otra, dos nombres: Rihanna y Praga.

A un centenar de afortunados les tocó uno de esos premios que nunca tocan. "Mañana estaremos a 2.300 kilómetros", publicaron en su cuenta de Tuenti dos chicas de 19 años. Rocío Fernández Alonso y Alba García Sesma durmieron poco el lunes. Rocío era una de los 50 ganadores de un viaje de tres días a la capital checa para ver a la cantante de Barbados en concierto en una de las últimas fechas de su gira Loud Tour en 2011, una semana antes de que traiga su espectáculo a Madrid el próximo jueves. Alba la acompañaba. Ellas ponían los gritos, los aplausos y los nervios, y Movistar todo lo demás. Los 100 españoles que disfrutaron del sorteo solo se gastaron dinero en souvenirs.

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Después de 39 horas recorriendo la capital checa, llegó la hora de la música. Las canciones que tanto sonaron en los reproductores mp3 sonarían en breve a todo volumen frente a 18.000 personas en el O2 Arena de Praga. A pesar de las casi dos horas de retraso, el espacio multiusos recibió a la barbadense con vítores. La nueva peluca rubia no confundió a nadie. Sonaba Only girl in the world y ella vestía con un trench minifaldero de color azul eléctrico.

Rocío y Alba esperaban con ansia su tema favorito, Cheers. Mientras llegaba no pararon de bailar en las casi dos horas de concierto. No se sentaron en la silla ni un solo minuto y no dejaron de hacerse fotos que ayer ya estaban colgadas en sus perfiles de Tuenti. Como ellas, el público agitaba sus brazos de un lado a otro, bailaba todos los temas bailables y cantaba los estribillos de las canciones más conocidas.

Lo que a Rihanna le faltaba de voz lo compensaba con interpretación y sensualidad. No tardó más de dos canciones en quitarse la gabardina y lucir palmito con un biquini multicolor. Se vestía y desvestía cada dos por tres mientras dejaba a sus admiradores en manos de los bailarines. La cantante se mostró cariñosa con el público chocando las manos de las primeras filas, lanzando una baqueta y subiendo al escenario a dos de sus fans. Puede que uno de ellos soñara esa noche con Rihanna después de que la cantante bailara encima de él mientras permanecía tumbado en medio del escenario. Por mucho que desembolsara, será probablemente la entrada mejor pagada de su vida.

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El apoteosis final llegó con el último single, We found love, en el que colabora el dj Calvin Harris, telonero esa noche. Ni sus éxitos Umbrella, Don't stop the music o Hate that I love you despertaron tanto la euforia de los asistentes como el tema de presentación de su nuevo álbum Talk that talk. Es el sexto de una carrera musical en la que ha publicado casi un álbum por año desde 2005.

De los dos primeros discos, más desconocidos y con un ritmo más cercano al r&n que discotequero, solo llegó a sonar Pon the replay. Rocío y Alba les habían pegado un repaso antes de montarse en el avión con destino a Praga. Los españoles se despidieron del concierto con un "yo soy español, español, español" y cantando desde las gradas "adiós con el corazón", mientras los checos les observaban desconcertados desde abajo. Acababa de pasar el ecuador y el plato fuerte del viaje que les había llevado a Praga.

La cantante o la ciudad

Irene y Andrea, de 18 años, no quisieron perder la oportunidad de conocer la ciudad. "Llevábamos un par par de años tratando de organizar un viaje con las amigas a Praga". Y los exámenes no iban a impedírselo. Mientras otros dormían durante el vuelo (fletado exclusivamente para los ganadores del concurso), ellas machacaban sus apuntes de Derecho Civil y de Historia de la Empresa, respectivamente. A Rihanna ya la conocían. "Es un poco sosilla", comentaron las jóvenes de Villaviciosa de Odón antes de que comenzara la actuación.

La timidez inicial de los españoles no se desvaneció hasta la primera cena en común. Con una sopa de goulash servida en tazón de pan ya en el estómago, los españoles entraron en calor y se dejaron llevar por el patriotismo con un castizo "¡Que viva España!". Como si estuvieran en la verbena de su barrio.

Los que ansiaban el viaje más por la ciudad que por el concierto, tampoco quedaron defraudados.

"Es incluso mejor de lo que esperábamos", cuentan Ismael y Eva Montero, de 24 años, dos hermanos de Alcalá de Henares. En tres días dio tiempo a visitar, con unas temperaturas que bajaban de los cero grados, todos los monumentos como el puente de Carlos V, la casa de Kafka, la plaza de Wenceslao y el reloj astronómico. Rihanna les importaba menos. No serán ellos los que llenen el Palacio de los Deportes el jueves en Madrid.

Rihanna en el concierto del miércoles en el O2 Arena de Praga.
Rihanna en el concierto del miércoles en el O2 Arena de Praga.KAREL ŠANDA

En Madrid, el 15 de diciembre

- Rihanna actúa en Madrid el próximo jueves 15 de diciembre en el Palacio de los Deportes, en uno de los últimos conciertos de su gira Loud Tour.

- Después actúa en Lisboa y Londres.

- Entradas desde 45 a 177 euros, aunque están todas agotadas.

- Acaba de presentar el single We found love de su nuevo álbum Talk that talk.

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