Ingresa en prisión el hombre acusado de agredir sexualmente a una menor en Leioa

El hombre de 45 años que presuntamente agredió sexualmente a una menor el pasado sábado en Leioa ingresó ayer en prisión. Así lo decretó el juzgado de Getxo, donde el acusado prestó declaración desde primera hora de la mañana, cuando fue trasladado desde las dependencias policiales en las que permanecía retenido. Pasadas las tres de la tarde, fue transportado hasta la cárcel de Basauri.

El propio fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, había adelantado horas antes, durante una entrevista en Onda Vasca, que iba a pedir al fiscal encargado de la supuesta agresión sexual que fuera "especialmente riguroso" en el asunto y, "en caso de darse los requisitos legales", reclamara la prisión provisional para el acusado. "Probablemente habrá que contrastar qué antecedentes tenía", matizó el responsable máximo del Ministerio Público en Euskadi, quien recordó que sobre el agresor pesa un antecedente por violación ocurrido en 1993.

El Ayuntamiento confía en que la Ley evite que pueda volver a delinquir

El fiscal superior reconoció la alerta que causan entre la población sucesos como el de la localidad vizcaína, pero trató de aportar tranquilidad al advertir que suelen ser hechos "aislados, puntuales". Además, se mostró contrario a legislar "a golpe de titular" periodístico. "Ante una alarma como las agresiones a menores, la respuesta más fácil suele ser modificar el código penal para aumentar las penas, pero no es precisamente la más eficaz", avisó. En sentido inverso, abogó por "mejorar la prevención y la eficacia de la labor policial, así como por invertir en materia social".

El Ayuntamiento de Leioa, por su parte, expresó su confianza en que la Justicia, "con la estricta aplicación de la ley", haga que actos como la supuesta violación del sábado "sean castigados y se evite que sus autores puedan volver a delinquir". A través de un comunicado, el consistorio trasladó su "cariño y apoyo" a los familiares de la víctima, cuya petición de "discreción y respeto a la intimidad" se comprometió a cumplir. Asimismo, agradeció la "rápida, valiente y acertada" actuación de los vecinos, que fueron quienes lograron reducir al agresor y detenerlo hasta que llegaron los agentes de la Policía local y la Ertzaintza. Por último, confió en recobrar cuanto antes los valores de "seguridad y tranquilidad" que caracterizan la rutina del municipio.

El suceso ocurrió el sábado, en torno a las siete de la tarde, cuando la chica, de diez años, salió del txoko en el que estaba con su familia y se dirigió a casa en busca de la merienda. El supuesto agresor, que ya había estado un año en prisión por una violación anterior, la interceptó en el portal y la mantuvo retenida en la zona de trasteros del edificio tras amenazarla con un cuchillo. Fueron varios vecinos quienes se toparon en la escalera con el hombre, que les amenazó con agredirles para intentar escapar, pero no lo consiguió. Tras un forcejeo, resultó herido y acabó retenido hasta su posterior detención.