Españoles y productivos
Cuando se habla de la necesidad de elevar el nivel de la productividad española es evidente que queda fuera un campo en el que, a todas luces, se hacen proezas: el de los trasplantes de órganos. La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) sigue recibiendo las alabanzas dentro y fuera de España, su sistema y las normas por las cuales se rige han servido de modelo a la Unión Europea, sus pioneras hazañas empiezan a ser moneda corriente -de los trasplantes de cara a los de las extremidades- y ahora también rompe récords de eficiencia: en las 72 horas consecutivas que sumaron los días 23, 24 y 25 de noviembre pasado se realizaron en España 94 trasplantes a 93 personas, ya que hubo uno doble de pulmón y corazón.
Algunos de los pacientes atendidos por un sistema tan puntero hubieran muerto de no haber contado con una maquinaria que funciona como un reloj. Otros seguirían llevando una calidad de vida mucho peor que la que les espera cuando se recuperen de la intervención.
Debido a la ONT, se da la paradoja de que el sistema sanitario español se enfrenta probablemente a los peores recortes presupuestarios de su historia reciente mientras la solidaridad ciudadana, dispuesta a alimentar la maquinaria con sus donaciones de órganos, mantiene viva y pujante la joya de la corona. Así lo asegura la cabeza visible de todo esto, el nefrólogo Rafael Matesanz, que a raíz de la reducción de víctimas mortales en carretera temió que las donaciones y, por tanto, la tasa de trasplantes cayera sin remedio. No ha ocurrido. Se salvan vidas en el asfalto y también en los quirófanos.
La ONT, como el equipo de tenis español de la Copa Davis, demuestra que otra forma de hacer las cosas es posible y que esa otra forma puede tener un sello español inconfundible y de éxito. Un sello a exportar, como ya está haciendo la ONT con manuales de buenas prácticas traducidos a varios idiomas. El método de trabajo parece más propio de una buena empresa privada: aprender de los errores y analizar los éxitos para mejorar el rendimiento. En este caso, sin embargo, es el método en el que trabajan en red los hospitales públicos cuyos presupuestos se quiere cercenar.
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