La grandeza de lo mínimo
Se puede afirmar que Microteatro por dinero, en el corazón de la ciudad (Loreto y Chicote, 9) ha sido todo un acierto. Cada vez hay más adictos a la fórmula de pequeños espectáculos, en miniespacios y por miniprecios y, si se tercia, copazo. Además se descubren grandes montajes de autores nuevos y brillantes, como Oficina de patentes, comedia con aromas del teatro del absurdo, con la que el periodista Julio Bravo nace como dramaturgo y en la que vemos la peripecia de un hombre realmente rarito que quiere patentar un invento revolucionario ante una funcionaria que no le va a la zaga. Juan Carlos Pérez de la Fuente dirige en este montaje a dos solventes actores: Sonia Dorado y Alberto Sánchez.
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